A través de un video divulgado en Snapchat, un hombre publicó evidencia en la que confesó que se metería al Castillo de Windsor, en la Gran Bretaña, para “asesinar a la reina” Isabel II. Detenido el sábado pasado en los terrenos del castillo, el hombre de 19 años de edad es originario de Southampton y había estado internado en un centro psiquiátrico.
En el material compartido en redes sociales se aprecia al individuo con una ballesta vistiendo un suéter negro con capucha y diciendo: “Siento lo que he hecho y lo que voy a hacer. Intentaré asesinar a la reina Isabel”.
Asimismo, portando referencias de la clásica saga de ciencia ficción La Guerra de las Galaxias, el intruso estaba personificado como un indio sij y proclamaba venganza por las masacres de indios cometidas por tropas británicas en 1919.
Mientras la reina disfrutaba de las fiestas decembrinas en el palacio de Windsor, ahora su residencia principal, junto a sus hijos Carlos y Eduardo con sus cónyuges, el atacante fue detenido por las autoridades luego de disparar las alarmas del recinto.
De acuerdo con el reporte oficial, el intruso “fue detenido por ser el sospechoso de haber entrado en un espacio protegido y en posesión de un arma. […] Podemos confirmar que los procedimientos de seguridad se activaron poco después de que el hombre entrara en el terreno y que no accedió a ningún edificio”.
De igual forma, el cuerpo policial indicó que los miembros de la familia fueron informados tras el incidente.
Para infiltrarse en el castillo, el hombre utilizó una escalera hecha con cuerdas para subir por las barreras de metal del lugar. En cuanto al arma, aunque las ballestas son consideradas como armas letales en Reino Unido, es fácil conseguir una, ya que no se necesita una licencia ni un registro.
Al momento, las autoridades del castillo están evaluando las brechas de seguridad para evitar futuros imprevistos.
Esta no es la primera vez que usurpan la residencia de la reina. En 1982, un hombre de 30 años llamado Michael Fagan logró entrar en el dormitorio de la reina, a través de los ductos del desagüe, mientras esta se encontraba descansando en su cama- Tras diez minutos de conversación con la reina, las autoridades irrumpieron en la habitación y lo aprehendieron.
Empero, el asalto más mortal ocurrió en 1981, cuando la reina se encontraba en un evento con alrededor de 3,500 personas en Dunedin, Nueva Zelanda. Mientras saludaba a sus seguidores, un hombre de 17 años le disparó con un rifle desde la ventana del cuarto de baño de un bloque de viviendas cerca al desfile.
Identificado como Christopher John Lewis, el joven fue arrestado por posesión de armas y descargo de un arma en vía pública. La reina salió ilesa del ataque.
Publicado en cooperación con Newsweek