El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, mantuvo un encuentro con el presidente, Vladimir Putin, en simultáneo a la cumbre de los BRICS que se desarrolla en la ciudad rusa de Katán y fue muy contudente respecto a la invasión del Kremlin a Ucrania.
«El secretario general reiteró su posición de que la invasión rusa de Ucrania constituye una violación de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho internacional», comunicó mediante un comunicado la oficina de su portavoz.
A su vez, el funcionario la trasmitió al mandatario la necesidad de establecer «la libertad de navegación en el Mar Negro», fundamental tanto para Ucrania como la seguridad alimentaria y energética del mundo. Y le agradeció a Turquia por trabajar para lograr ese objetivo.
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A raíz de una mediación de la ONU, Moscú y Kiev firmaron, de manera por separada en el verano de 2022, un acuerdo con Turquía a fin de garantizar el tránsito del cereal desde los puertos ucranianos hacia el estrecho del Bósforo, clave para la exportación de cereales.
Sin embargo un año más tarde, Moscú dio marcha atrás y llevó a cabo un bloqueo contra Ucrania, uno de los principales productores de cereales a nivel global. No obstante, Ucrania volvió a abrir un corredor en la zona, lo cual le permitió continuar con sus exportaciones.
Por otra parte, hablaron sobre la guerra en Medio Oriente y ambos coincidieron en la «absoluta necesidad» de un alto al fuego en la Franja de Gaza y en el Líbano.
Ucrania no se quedó callada y apuntó contra el jefe de la ONU por tener una reunión con Putin.
«Acudir a un acto organizado por un criminal de guerra, con una orden de detención emitida a su nombre por la Corte Penal Internacional (CPI), está fuera de lugar», aseveró Oleksandr Merezhko, jefe de la Comisión de Exteriores del Parlamento ucraniano y diputado del partido oficialista Servidor del Pueblo.
Y en consecuencia, planteó: «Creo que Guterres debería ser destituido de su cargo».
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