El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, lanzó una fuerte advertencia contra Corea del Sur, al que consideró como “un país extranjero y aparentemente hostil”.
Las declaraciones del Secretario General del Partido del Trabajo norcoreano se dieron en el marco de su visita al centro de mando del 2° Cuerpo del Ejército Popular del país, según consignó la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).
“Hace dos días, destruimos totalmente las carreteras y ferrocarriles que nos enlazaban con el territorio de Corea del Sur. Esto significa más que un simple cierre físico, es poner el fin a las desavenencias con Seúl que han persistido siglo tras siglo y descartar por entero la trivial conciencia del compatriota y la percepción irrealista de la reunificación”, expresó.
La destrucción de las carreteras y líneas férreas que unían a ambas naciones fueron leídas como una reafirmación de la intención del líder norcoreano de no continuar con el proceso de reunificación.
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Apuntó que esta medida fue “un ultimátum” contra el “país extranjero y aparentemente hostil”. “Si en adelante nuestra soberanía se ve violada, nuestras fuerzas físicas se utilizarán libremente sin restringirse por más tiempo por las condiciones. En caso de que nuestras fuerzas de ataque se empleen bajo la premisa de ‘por si acaso’, será una represalia legítima a un país enemigo y no a los connacionales”, advirtió.
Kim Jong-un se refirió al “preocupante entorno de seguridad” que enfrenta su país, el cual afirmó “obligará a nuestro ejército a continuar centrando todos sus esfuerzos en fortalecer sus capacidades de combate y a seguir preparando medidas militares para proteger completamente la seguridad de la nación”.
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En ese sentido, resaltó que la “actual condición en que ha cambiado el carácter de la alianza Corea del Sur-Estados Unidos y la influencia que ejercen sobre la seguridad de nuestro Estado las acciones militares más evolucionadas y de carácter agresivo del enemigo nos recalcan la importancia de fortalecer el disuasivo nuclear”.
“Aplastar al enemigo ideológica y espiritualmente es una garantía segura de victoria en la batalla y en la guerra”, enfatizó.