El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, se pronunció tras la explosión de los beepers en el Líbano. Si bien la organización responsabilizó a Israel, Hassan no se había expresado.
«Esto es puro terrorismo. Los llamaremos masacre del martes y masacre del miércoles. Son crímenes de guerra o, al menos, una declaración de guerra», sostuvo.
«Dios es misericordioso y evitó más muertes y heridos», resaltó este jueves en un discurso que se trasmitió por televisión.
Hizo hincapié en que «varios beepers estaban fuera de servicio o apagados. Algunos no estaban asignados y todavía están almacenados».
Aseveró que la operación tuvo como objetivo la detonación de unos 4.000 dispositivos, entre beepers y walkie-talkies, poniendo en peligro la vida de miles de personas, entre ellos ciudadanos comunes inocentes.
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QUÉ DIJO SOBRE ISRAEL
El líder de Hezbolá aseguró que «el enemigo» traspasó «todos los límites, reglas y líneas rojas».
Admitió que el ataque constituyó un golpe sin precedentes para el grupo, pero recalcó que su capacidad de mando y comunicación está intacta.
En ese marco, advirtió que responderán a lo sucedido de una manera que Israel «podría o no esperar».
Si bien manifestó: «No hablaré del lugar, el momento, la locación, detalles. Ustedes se enterarán cuando ocurra», dejó en claro que «este ajuste de cuentas sucederá».
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«Los detalles no los vamos a revelar ahora porque estamos en una etapa muy sensible de la batalla», cerró.
