Por Michael D. Carroll, de Newsweek Internacional
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha pedido la pena de muerte para el primer ministro Benjamín Netanyahu y otros líderes israelíes, en respuesta a las recientes órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI).
El ayatolá Ali Jamenei hizo estas declaraciones el lunes durante un acto dirigido a los miembros del Basij, la fuerza de voluntarios de la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán.
En su discurso, Jamenei se refirió a la reciente decisión de la CPI de emitir órdenes de arresto contra Netanyahu y el ex ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant.
«Lo que el régimen sionista hizo en Gaza y Líbano no es una victoria, es un crimen de guerra. Ahora han emitido una orden de arresto contra ellos. ¡Esto no es suficiente!», dijo Jamenei, según las declaraciones publicadas por la agencia de noticias estatal IRNA. «Netanyahu y los líderes criminales de este régimen deben ser condenados a muerte».
La CPI en La Haya no emite sentencias de muerte.
Jamenei también afirmó que los miembros del llamado «Eje de la Resistencia» de Irán, incluido el grupo militante palestino Hamás y el Hezbolá del Líbano, saldrán fortalecidos del conflicto en curso.
«Los idiotas no deberían pensar que bombardear casas y hospitales en Gaza y el Líbano es una victoria», dijo. «El enemigo no se ha convertido en un ganador en Gaza y el Líbano, y no lo será».
El embajador israelí en Washington ha indicado que un acuerdo de alto el fuego para poner fin a las hostilidades entre Israel y Hezbolá, el grupo militante con base en el Líbano, podría concretarse «en unos días». Este desarrollo sugiere que los esfuerzos diplomáticos están avanzando hacia la resolución del conflicto.
El embajador Mike Herzog informó a la radio del ejército israelí el lunes que, si bien todavía hay que finalizar ciertos «puntos» y es necesaria la aprobación del gobierno, «estamos cerca de un acuerdo» y «puede suceder en unos días».
Una de las cuestiones clave que aún no se ha resuelto es la insistencia de Israel en conservar el derecho a actuar si Hezbolá no cumple con sus obligaciones en virtud del acuerdo propuesto. El acuerdo tiene por objeto retirar tanto a Hezbolá como a las fuerzas israelíes del sur del Líbano, con el fin de reducir las hostilidades en la región.
¿HEZBOLÁ QUIERE LA PAZ?
Hezbolá no ha cumplido con las disposiciones de la resolución de la ONU que puso fin al conflicto de 2006 entre el grupo e Israel, que exigía la retirada de las fuerzas armadas del sur del Líbano. Israel ha expresado su preocupación por que la presencia continua de Hezbolá en la zona le permita lanzar un ataque transfronterizo al estilo de Hamás. El Líbano, a su vez, ha acusado a Israel de violar la misma resolución.
Sigue sin estar claro si el Líbano aceptará la exigencia de Israel de tener el derecho a actuar si Hezbolá incumple sus compromisos en virtud del acuerdo en ciernes. La cuestión añade otra capa de complejidad a las negociaciones, que ya son de por sí delicadas.
El optimismo por un posible acuerdo surge tras las recientes conversaciones mediadas por un alto enviado estadounidense, que se reunió con ambas partes la semana pasada en un esfuerzo por finalizar un acuerdo.
¿CÓMO EMPEZÓ EL RECIENTE CONFLICTO ENTRE ISRAEL Y HEZBOLÁ?
Hezbolá, respaldado por Irán, comenzó sus ataques contra Israel el 8 de octubre de 2023, apenas un día después de la incursión de Hamás en el sur de Israel, que mató a unas 1.200 personas y tomó como rehenes a unas 250. El ataque de Hamás del 7 de octubre desencadenó más de un año de hostilidades que hasta ahora se han cobrado más de 44.000 vidas en Gaza, según funcionarios palestinos.
El conflicto se convirtió en una guerra a gran escala en septiembre de este año, cuando Israel lanzó amplios ataques aéreos sobre el Líbano y llevó a cabo una incursión terrestre en el sur del Líbano el 1 de octubre.
Los combates se han cobrado más de 3.500 vidas en el Líbano, con 15.000 heridos y 1,2 millones de desplazados, según el Ministerio de Salud del Líbano.
Por parte de Israel, 87 soldados y 50 civiles, incluidos trabajadores extranjeros, han muerto en ataques con cohetes, drones y misiles. El domingo, Hezbolá disparó unos 250 cohetes contra ciudades y pueblos israelíes, lo que intensificó aún más las tensiones en la región.
Publicado en cooperación con Newsweek Internacional