Durante una de sus habituales ruedas de prensa a bordo de un avión, en este caso regresando a Roma desde Kazajistán, el Papa Francisco aseguró que es “moralmente legítimo” que algunos países envíen armas de guerra a Ucrania.
El Sumo Pontífice visitó Kazajistán durante tres días para participar de un congreso interreligioso, en el marco de un tenso clima en la región, mientras Ucrania lleva a cabo una fuerte contraofensiva para expulsar las fuerzas rusas de su territorio, apoyándose en el apoyo financiero y militar de EEUU, Reino Unido y otros países de Europa.
Ese es el contexto en el que el argentino líder de la Iglesia Católica fue consultado sobre si era moralmente correcto que los países le dieran arma a Zelensky para la defensa (y eventualmente una ofensiva). Aunque señaló que Kiev debe estar abierto al diálogo, justificó que se arme en su defensa.
«Esta es una decisión política que puede ser moral, moralmente aceptable, si se hace en condiciones de moralidad», respondió, apoyándose en los principios de la «Guerra Justa» de la Iglesia Católica Romana, que habilitan el uso de armas letales para la defensa ante un agresor. «La legítima defensa no sólo es lícita, sino también una expresión de amor a la Patria. El que no se defiende, el que no defiende algo, no lo ama. El que defiende algo lo ama», agregó.
Pero aclaró que eso no significa dar un cheque en blanco a quien recibe esas armas. «Puede ser inmoral si la intención es provocar más guerra, o vender armas o tirar armas que (un país) ya no necesita. La motivación es lo que califica en gran parte la moralidad de esta acción», argumentó el Papa.
Finalmente fue consultado sobre la posibilidad de diálogo con Rusia o, mejor dicho, si Ucrania debe sentarse a la mesa con quien la invadió. “Siempre es difícil entender el diálogo con países que han iniciado una guerra. Es difícil, pero no se debe descartar. No excluiría el diálogo con cualquier potencia que esté en guerra, aunque sea con el agresor. A veces hay que hacer un diálogo así pese a que huela mal», aseguró, y concluyó: “El diálogo es siempre un paso adelante; con la mano extendida, siempre. Porque de lo contrario cerramos la única puerta razonable a la paz”.
DIÁLOGO FALLIDO CON CHINA
La agencia Reuters participó de esa conferencia en vuelo, que duró 45 minutos, y cuenta que fuentes del Vaticano confirmaron que el Papa le pidió una reunión al presidente chino, Xi Jinping, pero que peste rechazó la propuesta.
Ambos coincidieron en Kazajistán el miércoles, pero el líder del Partido Comunista Chino (PCC), que en breve podría iniciar un histórico tercer mandato, argumentó que no tenía lugar en la agenda de su visita de Estado, como parte de la primera gira internacional después de la pandemia, que incluyó una cumbre con Putin en Uzbekistán.
El Vaticano y China se encuentran en medio de un complejo diálogo por el estatus de la Iglesia Católica en ese país y el presunto nombramiento secreto de obispos chinos. Un encuentro entre ambos líderes hubiera sido un hecho histórico. Sin embargo, Xi no parece estar dispuesto a dar sorpresas en vistas del congreso del PCC.
Oficialmente, el Papa aseguró desconocer detalles sobre la posibilidad de un encuentro, pero recalcó que siempre está “dispuesto” al diálogo.