El papa Francisco pidió este domingo que los pacientes que padecen lepra «no les falte la asistencia sanitaria» y abogó por su integración, tras denunciar que sufren «discriminación».
«Tenemos que acercarnos a estas personas que sufren, que no les falte la asistencia sanitaria. Es necesario trabajar juntos para la plena integración de estas personas, superando cualquier discriminación asociada a una enfermedad que, desgraciadamente, sigue afectando a tantos, especialmente en los contextos sociales más desfavorecidos», aseguró el Sumo Pontífice durante el Ángelus.
Con el fin de concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad y reducir el estigma que sufren las personas que la padecen, el último domingo de enero se celebra el Día Mundial contra la Lepra, que este año lleva como lema «Unidos en la Dignidad».
La lepra es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria que afecta a la piel y a los nervios periféricos, las mucosas de las vías respiratorias y los ojos. Según informan los expertos, evoluciona muy lentamente ya que su tiempo medio de incubación es de cinco años, aunque los síntomas pueden tardar hasta veinte años en aparecer.
Por su parte, en 1991 la Organización Mundial de la Salud (OMS) programó el objetivo de erradicar la lepra para el 2000, pero resultó ser una meta que no se cumplió.
De todas maneras, se lograron muchos avances gracias a los esfuerzos conjuntos de varias instituciones y a la distribución gratuita de medicación.
Por otra parte, el Papa aprovechó también para felicitar el fin de año lunar que se celebra a partir del próximo martes en todo el extremo
Oriente.
«Les dirijo un saludo a todos y que puedan lograr la paz y una vida serena. Cuando las familias se pueden reunir y encontrar momentos de gozo y unión», indicó.
Asimismo, lamentó que la situación de pandemia lo «ha hecho difícil» y deseó que la humanidad pueda «superar pronto esta prueba».
«Espero que gracias a la buena voluntad de la gente y de las naciones se pueda conseguir la paz material y espiritual», sostuvo Francisco.
Este domingo 31 de enero, la Iglesia Católica celebra el día de Don Bosco, el fundador de diversas comunidades, agrupaciones e iniciativas que componen lo que se conoce como la Familia Salesiana. En ese aspecto, fue declarado «padre y maestro de la juventud» por el Papa San Juan Pablo II el 24 de mayo de 1989.
El Sumo Pontífice agradeció a los salesianos «por tanto bien» que hacen en el mundo y respecto a San Juan Bosco señaló: «No se encerró en la sacristía ni en sus cosas. Salió a las calles para buscar a los jóvenes con esa creatividad tan suya».
Fuente: www.noticiasargentinas.com