El Papa Francisco envió un fuerte mensaje hacia la Argentina, en el que aseguró que en el país aún hay “mucho por hacer” y pidió cesar con la violencia y los enfrentamientos en la política.
A través de una carta enviada al arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, el Sumo Pontífice destacó un encuentro que se realizó en su honor en la catedral de dicha ciudad el pasado 29 de septiembre, del que participaron dirigentes del oficialismo y la oposición bonaerense.
“Me consuela el alma que mi persona haya hecho posible ese momento de comunión, de encuentro más allá de las diferencias, porque a veces estas pequeñas ‘treguas’ impiden que sigan avanzando la violencia y los enfrentamientos”.
En ese sentido, manifestó que “eso nunca hace bien a un país y termina lastimando sobre todo a los que más sufren”, y resaltó que “hay mucho por hacer en Argentina” para que “todos puedan vivir de la dignidad del trabajo” y “no haya ciudadanos de segunda”.
Sin embargo, Francisco aseguró que para lograr avances se debe terminar con los enfrentamientos, ya que “nada importante ni estable se logrará con la polarización agresiva”.
Al respecto del evento, envió su agradecimiento a quienes participaron. “Me gustó que no se tratara de un ‘homenaje’ sino de un acto de afecto y reconocimiento que expresa los lazos que nos unen”, expresó.
Carta del Papa Francisco con mensaje a nuestro país pic.twitter.com/Zidawb8tP2
— Víctor Manuel Fernández, Tucho, obispo, monseñor (@Tuchofernandez) October 4, 2022
El Papa aseguró que “siempre llevo a mi Argentina en el corazón”, y se mostró alegre de que este en ese acto “se reflexionara acerca de algunos contenidos de Laudato si’ y de Fratelli tutti”, dos textos suyos que “hablan de cuestiones graves y determinantes que hoy no podemos ignorar para la buena marcha de las naciones”.
Además, resaltó que estuviesen representados sectores de diversos espacios políticos, otras confesiones religiosas, y representantes de otros ámbitos, como la educación, cultura, empresarios, los movimientos sociales y “los trabajadores más humildes”.
“Les hago llegar mi afectuosa bendición y pido al Señor que los haga artífices de paz, de justicia y de prosperidad”, finaliza la misiva escrita por el Sumo Pontífice.
