El periodista argentino Jorge Pizarro fue retenido por el régimen de Nicolás Maduro en el aeropuerto de Venezuela, a donde viajó para cubrir las elecciones presidenciales que se realizarán este domingo, y advirtió que será deportado.
“Una persona me dijo que por no cumplir los requisitos para el ingreso al país me van a deportar. Estoy en la oficina de Copa esperando un vuelo porque no sé qué trámites hicieron, porque no me pidieron el pasaje, pero se supone que en ese vuelo me van a subir”, contó en diálogo con Marcelo Longobardi en Radio Rivadavia.
Pizarro viajó hacia el país como enviado especial de Radio Rivadavia, del Grupo Alpha, con motivo de la cobertura del proceso electoral del próximo 28 de julio, pero fue retenido en el aeropuerto de Caracas.
“Estoy en una cafetería a la que vine para tener señal de Wifi. Estoy rodeado de tres agentes de migraciones uniformados, no tienen arma reglamentaria, ellos están en otra mesa y me tienen que acompañar si quiero ir al baño”, relató.
El periodista brindó detalles de lo ocurrido: “A las 2:30 de la mañana llegamos a Venezuela desde Panamá. Tuvimos una dificultad y tuvimos que estar una hora dentro del avión porque había un problema de energía eléctrica en el aeropuerto. Hicimos la fila de Migraciones, había una persona que hacía la visualización del pasaporte y cuando vieron que el mío era argentino, me llamaron aparte”.
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“Pensé que era una cuestión de rutina hasta que una señorita que tenía un uniforme con un escudo que decía Ministerio Público Popular me interrogó severamente sin explicarme por qué. Luego me pasó a otra persona de civil que me volvió a hacer inexplicablemente casi el mismo interrogatorio, y después me atendió un oficial superior que me volvió a hacer las mismas preguntas”, agregó.
Pizarro reveló que lo interrogaron “diez veces” con “las mismas 8 preguntas”, y que también “me sacaron 14 fotos en escenarios distintos, me retuvieron el pasaporte, me llevaron a una oficina de aislamiento y deportación y me hicieron grabar un video”.
“Cuando osé decirle por qué me preguntaban siempre lo mismo si contesté siempre igual y no había motivo para trastabillar, porque eran preguntas puntuales como ¿a qué viene? ¿por qué viene? ¿dónde trabaja usted en Buenos Aires?, por haberle preguntado eso casi me pone preso. Me dijo que las preguntas las hacía él y yo no podía responder nada excepto lo que él me dijera. Ahí entendí lo que estaba pasando”, comentó.
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Además, denunció que sufrió algunos maltratos: “Me tuvieron en esa sala, me separaron de mi mochila, me sacaron mis celulares, el personal y el laboral, me sacaron la ropa. Durante seis horas no me dieron ni un vaso de agua ni me dejaron tomar mi medicación. Armaron un corralito y me dejaron de pie tres horas”.