Este domingo se llevaron a cabo en Chile las nuevas elecciones para definir quién será parte de la asamblea constituyente que deberá volver a redactar la Constitución nacional, cuyo primer borrador de reforma, escrito por la mayoría de izquierda, fue rechazado masivamente (con un 63%) en un plebiscito el 4 de septiembre del año pasado.
Con casi la totalidad de las mesas escrutadas (95,13%), el partido de ultraderecha de José Antonio Kast se impuso con una amplia ventaja. Logró el 35,4% de los sufragios, seguido a más de 14 puntos por una coalición de partidos de la derecha tradicional, que obtuvo el 21,1%.
De ese modo, la ultraderecha y la derecha consiguen conformar un bloque con un 56% de las bancas para la Constituyente que deberá redactar el nuevo texto.
En tercer lugar y muy lejos se ubicó el bloque de partidos de izquierda liderados por el presidente Gabriel Boric, que se sumaría en la discusión a otro bloque de izquierda que obtuvo un 9%.
Chile: ¿una vez más una Constitución redactada por la elite?
La Constituyente tendrá 50 miembros, pero todavía no se informó cuántos constituyentes corresponden a cada partido, según el resultado final de los comicios, pero las opciones de derecha y ultraderecha quedarían muy cerca de obtener la mayoría necesaria para aprobar artículos: tres quintos del total.
Si se consolida en el conteo total que juntos aglutinan un 56%, eso representaría 28 constituyentes, mientras que necesitarían 30 para aprobar los artículos.
Vale recordar que tras las revueltas de 2019, el expresidente Sebastián Piñera aceptó reformar la Constitución que data de la época de Pinochet, y la izquierda se impuso en aquel momento por amplia mayoría. El borrador que se elaboró fue demasiado extremo para un país mayoritariamente conservador como Chile, y fue rechazado en el el plebiscito aprobatorio de 2022. Pese a ello, el Congreso acordó seguir avanzando, pero bajo un nuevo esquema: una nueva Constituyente, pero bajo la supervisión de un Comité de Expertos que velaría por no cruzar ciertos límites institucionales. Por último, habrá un nuevo plebiscito en diciembre para aprobar o no ese texto definitivo.
Tras la victoria del Partido Republicano, Kast afirmó: “Podemos respirar un poco más tranquilos y aliviados. Hoy es el primer día de un futuro mejor, de un nuevo comienzo para Chile. Chile ha derrotado a un gobierno fracasado”.
Por su parte, Boric reconoció la derrota y pidió que no haya venganzas. En una conferencia en el Palacio de La Moneda, aseguró que “el proceso anterior fracasó entre otras cosas porque no supimos escucharnos entre quienes pensábamos distinto”, y agregó: “Quiero invitar desde ya al Partido Republicano, que ha obtenido una primera mayoría incuestionable, a no cometer el mismo error que cometimos nosotros. Este proceso no puede ser de ‘vendettas’, sino de poner por delante a Chile”.
La derrota de septiembre de 2022 llevó a Boric a producir una profunda reforma de su Gabinete. Por el momento, no se han anunciado cambios, pero los medios chilenos ya hablan de movimientos internos para relanzar el Gobierno tras este nuevo y duro revés en las urnas.