Kamala Harris y Donald Trump realizaron este lunes multitudinarios cierres de campañas en estados claves, con la mira puesta en conquistar el voto de los indecisos en estas elecciones para llegar a la Casa Blanca.
Ambos candidatos pasaron gran parte del día previo a los comicios en Pensilvania, el ‘swing state’ más importante, ya que aporta 19 votos en el Colegio Electoral que podrían ser importantes para definir al nuevo presidente.
La vicepresidenta y candidata demócrata hizo su cierre en Filadelfia, la ciudad más importante del estado, con una fiesta que contó con la participación de estrellas como Lady Gaga y Ricky Martin.
“Estas podrían ser unas de las elecciones más reñidas de la historia. Cada voto cuenta”, expresó en su discurso. Sin mencionar a su contrincante, apuntó: “Tenemos la oportunidad de pasar página tras una década de miedo y división. Ya estamos hartos. Estados Unidos está preparado para un nuevo comienzo”.
“Que nadie se equivoque: ¡Ganaremos!”, afirmó Harris ante una multitud.
Por su parte, Donald Trump siguió con la tradición de realizar su cierre de campaña en Michigan, algo que ya había hecho en 2016 y 2020.
“Queda solo un día. Llevamos años esperando esto”, mencionó el expresidente y candidato republicano, quien manifestó a los ciudadanos que “con su voto, podemos arreglar todos y cada uno de los problemas a los que se enfrenta nuestro país y llevar a Estados Unidos a nuevas cimas de gloria”.
“Estados Unidos es ahora un país ocupado, pero pronto dejará de serlo. El 5 de noviembre de 2024 será el Día de la Liberación”, resaltó sobre sus planes contra la inmigración en el país.
Además, volvió a agitar el fantasma de un posible fraude, ya que según él los demócratas “hacen trampa, y lo hacen muy bien”. Esto hace temer que, de no conseguir la victoria, Trump no reconozca el resultado de las elecciones, como ocurrió en 2020 tras caer con Joe Biden.