El submarino turístico desaparecido cuando exploraba los restos del Titanic, en las profundas aguas del Atlántico Norte, podría haber encontrado su peor final.
Mientras la Guardia Costera de los EEUU encabezaba una intensa búsqueda contrarreloj para evitar que las cinco personas a bordo se quedaran sin oxígeno (lo cual finalmente ocurrió esta mañana), barcos, aviones y helicópteros se sumaron al operativo para agotar todas las posibilidades.
Ya vencidas las 96 horas de oxígeno, un buque robótico de aguas profundas encontró un «campo de restos» en el fondo del mar, cerca de la zona en la que yace el Titanic.
Ahora, los expertos están analizando la información que logró recoger esta embarcación especial, operada de manera remota. Aunque todavía no hay una información oficial, distintos medios internacionales dan por cierto que se trata del Titan, el vehículo sumergible operado por la empresa OceanGate. En breve se ofrecerá una conferencia de prensa.
El Titan partió el domingo al mediodía y tenía previsto un viajen de dos horas para explorar el sitio en el que reposa el Titanic a más de 3.800 metros de profundidad, pero faltando 15 minutos se perdió todo contacto. La nave tenía oxígeno para 96 horas, y ese plazo se cumplió esta mañana. A bordo iban el capitán y cuatro pasajeros.
Las identidades de las cinco personas que formaban parte de esta exclusiva aventura submarina fueron hechas públicas en las últimas horas, más allá de que algunos de esos nombres habían circulado de manera informal en estos días de tensión.
Sin oxígeno: quiénes son las cinco personas dentro del submarino perdido en el Atlántico Norte
Una de las posibles víctimas es el propio director ejecutivo de OceanGate, la empresa a cargo de estas excursiones, Stockton Rush, de 61 años de edad. El directivo iba acompañado por el piloto de sumergibles francés Paul-Henry Nargeolet, de 77 años; y el explorador británico multimillonario Hamish Harding. Y, además, viajaban dos turistas millonarios: el empresario paquistaní Shahza Dawood, de 48 años; y su hijo Sulaiman Dawood, de 19.
El robot Victor 6000 tiene la capacidad de llegar a esas profundidades con manejo remoto y cuenta con fuertes brazos mecánicos para liberar una embarcación atrapada y sacarla a flote.
Según expertos, en caso de haberse producido algún tipo de explosión o rotura, la muerte de los pasajeros debería haber sido inmediata y sin siquiera llegar al ahogamiento, dada la enorme presión que se verifica a esas profundidades.
(Con información de Reuters)