En un contexto de crisis global y con un fuerte impacto inflacionario, el Gobierno de España anunció que avanzará en un impuesto a las grandes fortunas, que alcanzará al 1% más rico de la población durante dos años.
Así lo anunció este jueves la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien agregó que esa medida incluirá a las empresas energéticas y los bancos, como un complemento a la carga tributaria existente.
Para lograr su implementación, deberá conseguir el aval del Congreso. En ese sentido, contó que ya se estaba negociando una alianza con Unidos Podemos, el partido de izquierda que tenía una iniciativa similar en su plataforma. De todos modos, por los tiempos parlamentarios, no podría ser aplicado al menos hasta principios de 2023.
Por el momento, no se dieron detalles acerca de cuál pueda ser la alícuota, pero en diálogo con el canal LaSexta aseguró: “Estamos hablando de los millonarios, los que están en el 1% de los ingresos». «Vamos a utilizar un esquema similar al de las empresas energéticas y la banca. Por los próximos dos años se les pedirá a las grandes fortunas de este país un esfuerzo temporal», detalló.
A la compleja situación económica de España (incluyendo la crisis energética que atraviesa a toda Europa) se suma un marco electoral con fuertes acusaciones cruzadas. En 2023 habrá elecciones locales y autonómicas, y en los últimos meses se ha puesto en debate qué hacer con los impuestos en un marco de alzas permanentes en los precios. Algunos países como Reino Unido, Francia o Italia han dispuesto millonarios paquetes de ayuda para contener un potencial conflicto social, especialmente de cara al invierno.
Pero es la propia Unión Europea la que le está pidiendo al Gobierno de Pedro Sánchez actualizar su base impositiva para “volver a la estabilidad fiscal”. El PSOE, partido actualmente en el poder, sabe que aumentar los impuestos a la población implicaría una derrota el año entrante. Esto es lo que se está negociando respecto al Presupuesto 2023, tanto con Podemos como con otros partidos opositores, así como los fondos para la defensa que, como miembro de la OTAN, se han incrementado este año tras la invasión rusa a Ucrania. Se estima que para 2029, los recursos para la defensa equivaldr+ian al 2% del PIB español.
