El Gobierno español enviará convoyes con la vacuna COVID-19, así como suministros de alimentos a las zonas que han quedado aisladas por la tormenta Filomena, que ha matado a cuatro personas y provocado la mayor nevada en décadas en el centro del país.
En el área de Madrid, los equipos de rescate atendieron a 1.500 personas atrapadas en sus vehículos, mientras la policía interrumpía una gran pelea de bolas de nieve en la capital, con las autoridades pidiendo a sus ciudadanos que permanecieran en sus casas por el riesgo a sufrir un accidente o a propagar el coronavirus.
Los expertos seguían advirtieron de condiciones extremas en los próximos días, con temperaturas que se espera que caigan hasta 10 grados bajo cero la próxima semana y la previsión de que la nieve se convierta en hielo y muchos árboles dañados caigan a la vía pública.
El principal aeropuerto internacional de Madrid permanecía cerrado y el gestor aeroportuario del país, Aena, dijo que no volvería a abrir al menos hasta el domingo por la tarde, momento en que los vuelos empezarían a reanudarse gradualmente.
Unos 20.000 km de carreteras en el centro de España se vieron afectados por la tormenta y el Gobierno dijo que enviaría convoyes para transportar vacunas y alimentos a los necesitados, dijo el ministro de Transportes José Luis Ábalos.
Una mujer de 36 años dio a luz en una ambulancia en Madrid después de que el personal sanitario no pudiera llevarla al hospital.
Una mujer y un hombre murieron después de ahogarse al desbordarse un río cerca de Málaga, en el sur de España, mientras que dos indigente fallecieron como consecuencia del frío, uno en Madrid y otro en Calatayud, en la provincia de Zaragoza, dijeron las autoridades.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) dijo que ayer se acumularon hasta 20-30 cm de nieve en Madrid, la mayor cantidad desde 1971.