Un estremecedor descubrimiento salió a la luz en Turquía cuando se encontraron decenas de cuerpos de adolescentes de hace más de cinco mil años en Başur Höyük, al este del país.
Los entierros, según un estudio publicado en el Cambridge Archaeological Journal el 17 de marzo, datan de entre el 3300 y el 2800 a. C.
Corresponden a personas de entre 12 y 16 años, según la revista británica The Independent, en su mayoría mujeres.
En las tumbas, los investigadores encontraron centenares de artefactos de cobre, joyas de oro y plata, puntas de lanza y textiles con cuentas decorativas, acorde a lo informado por el medio especializado en ciencia Live Science.
Los cuerpos presentaban signos de sacrificio ritual y no tenían vínculos familiares entre sí.
Esto último evidencia que no pertenecían a una familia real ni compartían un mismo linaje.
Las víctimas fueron puestas en cámaras funerarias en posiciones que muestran cierto tipo de organización jerárquica. En una de las tumbas había dos niños de 12 años que yacían en el centro, flanqueados por ocho individuos sacrificados.
El grupo de investigadores que publicó el estudio en el Cambridge Archaeological Journal alertó que analizar sociedades antiguas con modelos sociales modernos puede distorsionar la comprensión del pasado.
«El nuevo panorama es decididamente más complejo y sugiere que una trayectoria lineal desde sociedades ‘igualitarias a pequeña escala’ hasta sociedades ‘estratificadas a gran escala’ podría simplemente no existir allí”, explicaron, según precisó Popular Science.
Y añadieron: «En cambio, las formas más radicales y duraderas de desigualdad, incluidas las formas carismáticas de realeza- podrían haber surgido primero a pequeña escala, para luego ocupar el ámbito cívico».
Los arqueólogos llevaran a cabo más análisis como estudios de isótopos estables a fin de determinar el origen geográfico de los individuos enterrados.
«Por ahora, todo lo que podemos decir es que muchos de los adolescentes enterrados en las tumbas no eran locales de la zona del cementerio», adelantó Wengrow en Live Science.