En julio, Francia registró una inflación interanual del 6,8%, la más alta en décadas (desde que el país implementó los índices de la Unión Europea, en los ‘90). Y esta situación, producto de la guerra en Ucrania, ha empezado a modificar los hábitos de consumo de generaciones que han vivido sin saber qué es la inflación y cómo puede impactar en sus vidas cotidianas.
En ese marco, tal como lo contó Newsweek Argentina, la cadena francesa Carrefour decidió exportar un plan argentino. En 2017, la firma de supermercados lanzó en el país la campaña “Precios Corajudos”, que establecían un congelamiento de precios de determinados productos (en algún momento llegaron a ser 1.300) para ofrecer tarifas de referencia y dar alternativas a sus consumidores. Este mes, anunció la puesta en marcha en Europa, con la misma lógica y estética.
Este martes, se llevó a en Francia la Medef, una mesa redonda al cierre del verano que aglutina a la cúpula de la patronal local, y allí estuvo el CEO de Carrefour, Alexandre Bompard, quien analizó este nuevo escenario.
En ese marco, el ejecutivo aseguró que es imposible determinar, como lo intentan hacer algunos economistas, cuándo tocará su pico máximo esa inflación, especialmente teniendo en cuenta que se avecina la temporada fría, con una crisis energética en puerta. Y aseveró que lo que realmente importa es que los consumidores ya están modificando sus comportamientos para no perder tanta calidad de vida. Y el más evidente es que están ahorrando dinero en sus compras.
«Se opta por los precios más bajos, por las rebajas. No voy a comprar carne vacuna, sino cerdo, que es más barato; no voy a comprar pescado; no voy a comprar productos orgánicos», detalló, y agregó: “Este fenómeno está aquí y es profundo, y ha ido ganando fuerza en las últimas semanas.
De hecho, los expertos ven una continuidad de ese proceso inflacionario en lo que queda del segundo semestre. En esa misma mesa, Nicolas Thery, jefe del banco francés Crédit Mutuel, confirmó que la inflación se consolidará muy por encima del 2% que tiene como meta el Banco Central Europeo.
«Creo que vamos a tener una inflación en torno al 3% o más», aseguró, esperanzado con que las empresas avancen en repatriar fábricas desde el extranjero.
Vale señalar que Francia es uno de los países europeos que mayores esfuerzos ha hecho para mitigar el impacto inflacionario en la población, en busca de evitar un nuevo estallido como los que ha tenido que enfrentar Emmanuel Macron durante su gestión. A diferencia de muchos de sus vecinos, ha impuesto un tope a las tarifas energéticas y otorgó aumentos salariales para compensar los aumentos sostenidos.
Por caso, en Alemania la inflación tocó su pico máximo en 50 años durante agosto. Luego de compatibilizar los datos con los del resto del bloque europeo, se estima que el aumento interanual es del 8,8%, batiendo el récord de mayo (8,7%) y pegando un nuevo salto tras el 8,5% de julio.
En España, la inflación interanual de agosto fue del 10,4%; y en Reino Unido, fue del 9,8% en julio y se espera que sea de dos cifras en agosto, para llegar a un 18% en enero de 2023.