La Cumbre compuesta por 31 líderes de Europa que se llevó a cabo en París este jueves, tomó una decisión respecto de la guerra en Ucrania: decidió no solo no quitar las sanciones contra Rusia sino incrementarlas.
El primer ministro de Gran Bretaña, Keir Starmer, manifestó junto al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski: «Quedó totalmente claro que ahora no es el momento de levantar las sanciones, todo lo contrario; lo que discutimos es cómo podemos aumentarlas».
En esa línea, el mandatario ucraniano marcó: «Todos entendieron y comprenden que hoy Rusia no quiere ningún tipo de paz«.
Continuando con esa directriz, el canciller alemán en funciones Olaf Scholz, sostuvo que «abandonar las sanciones sería un grave error».
El funcionario expresó su deseo de una paz «justa y adecuada», pero lamentó el accionar de Moscú, el cual demuestra que «no está interesada» en terminar con la agresión.
Por lo que insistió: «No tiene sentido acabar con las sanciones hasta que no se alcance la paz».
Por su parte, Starmer afirmó estar «decidido» a lograr la «paz mediante la fuerza» en Ucrania, y le aseveró a Zelenski que su país cuenta con «todo nuestro apoyo mientras sea necesario».
En ese punto, aseguró que Rusia «intenta retrasar» la llegada de la paz al territorio ucraniano.
Sobre cuáles son los temas sobre los que Europa debate respecto a la guerra en Ucrania, el funcionario le trasmitió a la prensa: «Discutimos los planes para asegurar la paz, la coalición de los dispuestos y los planes militares y operativos, ya sean aéreos, terrestres o marítimos».
Zelenski añadió: «Trabajaremos en las garantías de seguridad en los próximos días y semanas».
