A pesar de la mediática visita a China en enero por parte de un equipo de expertos internacionales, el mundo está aun lejos de conocer los orígenes de la COVID-19, según uno de los autores de una carta abierta en la que se pide una nueva investigación sobre la pandemia. «En este momento no estamos más avanzados que hace un año», afirmó Nikolai Petrovsky, experto en vacunas de la Universidad Flinders de Adelaida (Australia) y uno de los 26 expertos mundiales que firmaron la carta abierta, que se publicó el jueves.
En enero, un equipo de científicos seleccionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) visitó hospitales e institutos de investigación en Wuhan, la ciudad del centro de China donde habia sido identificado el COVID-19, en busca de pistas sobre los orígenes del virus. Sin embargo, esta misión ha sido objeto de críticas, en las que se acusa a la OMS de confiar demasiado en trabajo de terreno y datos supervisados por organismos chinos que podrían estar políticamente comprometidos.
Los miembros del equipo también afirmaron que China se resistía a compartir datos vitales que podrían demostrar que el COVID-19 se encontraba en circulación meses antes de lo que se había reconocido en un principio. Según la carta abierta, la misión de la OMS «no tenía la autoridad, la independencia o los accesos necesarios para llevar a cabo una investigación completa y sin restricciones» sobre todas las teorías relativas a los orígenes del COVID-19. «Todas las posibilidades siguen sobre la mesa y todavía no he visto un solo dato científico independiente que descarte una sola», dijo Petrovsky.
En una rueda de prensa celebrada al final de la visita de la OMS a Wuhan, el jefe de la misión, Peter Ben Embarek, pareció desechar la posibilidad de que el virus se escapara desde un laboratorio de Wuhan. No obstante, Petrovsky afirmó que «no tiene ningún sentido» eliminar ninguna posibilidad, y dijo que el objetivo de la carta abierta era «conseguir que se reconozca globalmente que nadie ha identificado aún la fuente del virus y que debemos seguir buscando.» «Necesitamos mantener la mente abierta, y si cerramos algunas vías porque se consideran demasiado delicadas, no es así como funciona la ciencia», dijo.
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