Por segunda noche consecutiva, las calles de las principales ciudades de Francia arden por una nueva jornada de masivas y violentas marchas contra el presidente Emmanuel Macron y su política represiva, y también contra las fuerzas que las ejecutan.
Hubo, según lo informó el ministro del Interior, Gerald Darmanin, más de 150 detenidos, decenas de policías heridos e importantes pérdidas materiales por la quema de autos y ataques contra comisarías, ayuntamientos y hasta escuelas.
Las marchas, que tienen su focos principales en París, Lille y Tolulouse, se iniciaron en respuesta a un crimen producto de la violencia policial: un joven magrebí de 17 años fue asesinado a disparos por efectivos durante un control de tránsito en Nanterre, un barrio obrero de las afueras de la capital.
El fiscal de Nanterre interviene en la investigación y este jueves ofrecerá un conferencia de prensa para dar los detalles. Sin embargo, eso no ha calmado los ánimos en una sociedad convulsionada y en medio de una crisis económica que afecta principalmente a las capas más bajas de la sociedad, porque la mayor inflación se registra en los alimentos.
Maron despliega más de 40.000 policías par frenar las protestas que se esperan para este jueves en Francia (REUTERS/Stephanie Lecocq)
Pero, además, el crimen reavivó la percepción de que la brutalidad policial se concentra especialmente en personas inmigrantes o descendientes de inmigrantes, de clase baja y en las zonas étnicamente más diversas.
En una primera instancia, el Ministerio del Interior desplegó 2.000 policías en París, pero las fuerzas se vieron ampliamente superadas. Por eso, para este jueves se ha multiplicado el personal asignado. «Esta noche se movilizarán 40.000 policías, 5.000 de ellos en la región de París, frente a los 9.000 de ayer», anticipó Darmanin.
Macron, quien viene enfrentando numerosas movilizaciones por su política económica (especialmente contra su reforma previsional), admitió que el crimen del joven era “inexcusable”, pero luego cargó fuertemente contra los manifestantes y aseguró que las violentas movilizaciones eran “injustificables”.
(Con información de Reuters)
