El país suspendió el 19 de marzo pasado la inoculación de la vacuna AstraZeneca para los menores de 55 años tras la aparición de pocos casos de trombos en Europa.
Pero antes de eso, unas 600.000 personas, sobre todo empleados de salud, habían recibido una primera dosis, por lo que se les ofrecerá un fármaco alternativo para la segunda dosis.
«Es absolutamente coherente decir que no se recomienda la vacuna a los menores de 55 años mientras esperamos saber más. Si han recibido una primera dosis y tienen menos de 55 años, vamos a proponerles otra vacuna», indicó el ministro de Salud Olivier Véran en declaraciones citadas por la agencia de noticias AFP.
Otros países anunciaron que limitarán el uso del inoculante, desarrollado junto a la Universidad de Oxford, tras los informes sobre un vínculo inusual entre la vacuna y casos de coágulos sanguíneos.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijeron esta semana que la relación de causalidad que tienen la vacuna de AstraZeneca y la formación de coágulos sanguíneos es plausible pero no está confirmada.
Ambos animaron también a los países a administrar el fármaco, ya que el balance entre riesgos y beneficios sigue siendo «positivo».
Según cifras de la EMA, se detectaron 222 casos de trombosis atípicas tras 34 millones de inyecciones realizadas con AstraZeneca en Europa.