Desde el pasado 24 de febrero, cuando los ejércitos rusos invadieron Ucrania, el papa Francisco pide que detengan la guerra y que se trabaje conjuntamente entre todos para alcanzar la paz.
El máximo pontífice, en conversación con el director del Corriere della Sera, Luciano Fontana, dijo “siento que antes de ir a Kiev debo ir a Moscú, encontrar a Putin. Lo que está claro es que se están probando armas en esa tierra. Para eso se hacen las guerras: para probar las armas que hemos producido».
En la entrevista, el papa Francisco intentó reunirse con Putin para pedirle que frene el enfrentamiento bélico. Reveló que le pidió al cardenal secretario de Estado Pietro Parolin «después de veinte días de iniciada la guerra, que haga llegar el mensaje a Putin de que estoy dispuesto a ir a Moscú. Era necesario que el líder ruso concediera alguna ventana». Aunque también afirmó que a su solicitud enviada a mediados de marzo, aún no tuvo respuesta por parte del Kremlin.
El Papa también dijo que llamó al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, «el primer día de la guerra» y que luego quiso «hacer un gesto claro que viera todo el mundo» con su visita de ese día a la embajada rusa ante el Vaticano.
Al mismo tiempo, Bergoglio planteó que «los ladridos de la OTAN en las puertas de Rusia» indujeron a Putin al conflicto y tampoco respaldó la idea de facilitar armas para nadie.
