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Fuerte repudio de la oposición al nuevo Gobierno de Uruguay por no reconocer a Edmundo González como presidente de Venezuela
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Fuerte repudio de la oposición al nuevo Gobierno de Uruguay por no reconocer a Edmundo González como presidente de Venezuela

El nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Mario Lubetkin, sostuvo que el Gobierno liderado por Yamandú Orsi no reconocerá a Edmundo González como el presidente electo de Venezuela.

«No reconocemos la situación en función de cómo se dio el proceso electoral. Eso no cambia», afirmó y agregó: «Tenemos, sí, un problema: las relaciones entre Uruguay y Venezuela están a cero, las embajadas están casi cerradas».

«¿Qué hacemos con los miles de uruguayos que están en Venezuela? ¿Quién los protege? Alguien me preguntó si esto significa el restablecimiento de relaciones diplomáticas y mi respuesta es no», sostuvo en una entrevista al diario español El Mundo.

Y fue aquí cuando manifestó: «No reconocemos a nadie en este momento: ni a Maduro ni al presidente que señaló haber triunfado según las actas que mostró por internet».

Si bien reconoció que se trata de «una situación ambigua», remarcó que Uruguay no es «el único país que tiene esa posición».

Al mismo tiempo, manifestó que, como ya lo había indicado el Gobierno de Orsi, el regímen liderado por Nicolás Maduro es una dictadura.

«Eso ya lo definió el presidente; él planteó efectivamente el concepto de dictadura y que no podemos reconocer una realidad democrática cuando el proceso electoral no estuvo a la altura de las garantías que nos puede dar un Estado democrático», señaló.

CONTUNDENTE RECHAZO A LA DECLARACIÓN DE LUBETKIN

La oposición uruguaya se expresó y dejó en claro su repudio a la posición de la nueva gestión respecto al presidente electo, Edmundo González Urrutia.

«Dejar de reconocer a Edmundo González como presidente de Venezuela implica un retroceso grave para la democracia, para la imagen y el posicionamiento internacional de Uruguay», aseveró el excandidato a presidente por el partido Nacional, Álvaro Delgado.

Y en consecuencia, recalcó: «Profundo rechazo a la decisión del nuevo gobierno».

En la misma línea, Ándres Ojeda, quien se postuló a la presidencia por el Partido Colorado, aseguró: «El peor de los mundos para nuestra política exterior».

«No defiende ni a uno ni a otro. Se queda en una versión tibia que solo termina siendo servil al régimen de Maduro», indicó

Y añadió: «Es un paso hacia atrás que mucho le va costar a nuestra política internacional«.

El exministro de Defensa, Javier García afirmó que la posición de Lubetkin «legitima al dictador» de Venezuela.

Y advirtió: «El peor comienzo internacional. El discurso por un lado, las decisiones por otro. Retroceso democrático».

Pablo Mieres, al frente del Partido Independiente, expresó que sentía «mucha pena y rechazo» ante la «falta de solidaridad del nuevo gobierno para con el pueblo venezolano».

E hizo hincapié en que «la voluntad popular eligió a Edmundo González Urrutia como presidente legítimo de ese país».

 El Partido Nacional publicó un comunicado en el que llamó a la nueva administración «a respetar y cuidar las acciones que mantienen a Uruguay con su alto prestigio internacional».

«Instamos a la Cancillería y al gobierno nacional a revisar su postura frente a la situación que vive el hermano país de Venezuela»

Y a reconocer a Edmundo González Urrutia como el legitimo presidente de Venezuela».

En tanto, el Partido Colorado alertó: «Esta medida representa un grave retroceso en el compromiso de nuestro país con la defensa de la democracia y los derechos humanos en la región».

«La comunidad internacional ha reconocido a González Urrutia como el legítimo líder venezolano tras un proceso respaldado por fuerzas democráticas», recordó

Y afirmó que «desconocerlo equivale a brindar legitimidad a un régimen que ha vulnerado sistemáticamente las libertades fundamentales del pueblo venezolano».

«El gobierno del Frente Amplio ha adoptado una postura que no solo contradice los principios democráticos, sino que también se aparta de la tradición histórica de Uruguay de apoyar la lucha de los pueblos por su libertad y democracia», remarcó

Y cerró: «Este giro diplomático es preocupante y envía un mensaje equivocado a la comunidad internacional, alineándose con actores que han sostenido prácticas antidemocráticas en la región».

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