Más de ocho millones de venezolanos se vieron obligados a dejar Venezuela desde el 2014 en el cotexto de una migración forzada, es decir, que no se fueron de su país porque así lo deseaban sino porque el régimen de Nicolás Maduro con su violencia y represión los expulsó.
De esos ocho millones, el 30% son profesionales con un título universitario, lo que es igual a tres de cada diez, según los datos difundidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
De esta manera, la nación caribeña se vio afectada por una fuga de talentos. En lo que respecta a la educación, miles de docentes e investigadores se fueron del territorio venezolano y lo mismo ocurrió con la industria manufacturera.
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En consecuencia, Venezuela perdió una importante cantidad de profesionales en áreas como la educación, la tecnología, la ciencia y la salud.
Por ejemplo, en el sector de la salud, acorde con un reportaje realizado en la televisión estatal alemana Deutsche Welle (DW), un médico en Venezuela percibe en promedio un salario que está entre los 200 y 300 dólares mensuales, mientras en Colombia ese mismo profesional gana entre 700 y 800 dólares.
El mismo informe precisó que hasta 2020, el 40% del equipo de profesores de las universidades nacionales había dejado el país, un hecho que se se acrecentó en los años siguientes.
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En cuanto al área de investigación, 13.000 investigadores que trabajaban en Venezuela en 2014, acorde a las cifras informadas por el canal alemán, en 2020 ya habían emigrado 10.000.
