Por Miguel Tovar (*)
La inquietud por el futuro es un asunto que de manera regular es importante atemperar; sin embargo, aunque los ríos de ansiedad corran, me parece importante comentar sobre variables (dramáticas algunas, complejas por demás todas) que a mi juicio perfilarán de manera importante el contexto de la geopolítica en 2024.
Si bien el intríngulis del gran teatro de la geopolítica es cosa recurrente —la zozobra de las guerras y las crisis humanitarias—, me parece que estamos ante un punto de cambio.
Primero, la polarización social en Estados Unidos se traduce en un debilitamiento de las instituciones políticas que, si bien no es el fin de su hegemonía global, sí es signo de pérdida de posicionamiento en espacios ante otros jugadores en Europa y Oriente Medio.
Segundo, si bien la posición de Rusia es de poder, la realidad es que carece de la hegemonía soviética de antaño incluso en espacios geopolíticos sensibles (especialmente en Europa del este y Asia Central), ya no digamos de interlocución global.
Tercero, las grandes esperanzas de China como potencia se van desdibujando ante una economía centralizada que apostó por el desarrollo inmobiliario sin control.
Hacia un mundo bipolar: histórico acuerdo entre EEUU e India
Cuarto, el crecimiento espectacular de India no necesariamente se traduce en un país con pretensiones mundiales.
Quinto, el regreso no inesperado, pero sí recargado del conflicto en Oriente Medio, genera tensiones de alcance regional y global. Por último, la crisis climática que parece no tener fin, donde las respuestas de gobiernos y empresas siguen sin atajar la cuestión central: la descarbonización de las sociedades.
ELECCIONES EN EUA, DE NUEVO LA POLARIZACIÓN
El 5 de noviembre de 2024, los estadounidenses emitirán sus votos para elegir al presidente, 435 miembros de la Cámara de Representantes, 34 de los 100 senadores y 11 gobernadores. En este momento, parece otro enfrentamiento entre Joe Biden y Donald Trump, pues a pesar de la avalancha de acusaciones legales, Trump sigue siendo el favorito para ganar la nominación republicana.
La verdadera pregunta es: si asegura la candidatura, ¿pudiera ganar las elecciones presidenciales? Real Clear Politics presentó una encuesta que coloca a ambos contendientes empatados con 44 por ciento de intención de voto. Vamos, si las elecciones se celebraran mañana, Trump tendría una posibilidad real de recuperar la presidencia.
A estas alturas de la contienda, es demasiado pronto esbozar posibles impactos, ya que se ha presentado poco en términos de propuestas políticas. Sin embargo, las propuestas de alto impacto se adoptarán solo si un partido controla la Casa Blanca y el Congreso, e incluso entonces los presidentes a menudo se enfrentan a cuellos de botella en sus propios partidos.
LA GUERRA RUSIA-UCRANIA SIGUE
Los acontecimientos en el campo de batalla ucraniano en 2024 dependerán de una serie de factores, como consideraciones de geopolítica, ciclos electorales y las entregas y disponibilidad de armamento.
Los planes militares ucranianos también reflejarán consideraciones políticas de escala global. Uno de los primeros elementos por considerar es el proceso electoral en Estados Unidos, lo cual puede poner en riesgo o interrumpir el apoyo militar. Mientras, Europa parece dispuesta a continuar los apoyos.
Es importante destacar que el estatus actual de maniobras defensivas parecería cumplir con el principal objetivo de Rusia de congelar el conflicto. Si Rusia puede continuar esta estrategia en 2024, a Ucrania le resultará complicado mantener el apoyo internacional para nuevas operaciones ofensivas a gran escala.
DESACELERACIÓN CHINA EN LA GEOPOLÍTICA
El Banco Mundial recortó el pronóstico de crecimiento de China para el próximo año de 4.8 a 4.4 por ciento. Esto en buena medida porque el país se ha visto presionado por la inestabilidad del sector inmobiliario. Evergrande Group, el mayor desarrollador del país, trae a cuestas un nivel de endeudamiento importante, mientras que la caída de las ventas a lo largo de los últimos dos años ha afectado su posición de flujo de caja.
El “arma mágica” de China que preocupa al Congreso de los EEUU
La cosa no es sencilla de resolver, pues se estima que el sector inmobiliario contribuye con cerca de un cuarto del PIB de China. Por lo que básicamente su participación en la economía es tan grande que implica una multitud de industrias relacionadas.
En ese sentido, es previsible un 2024 emproblemado en la medida en que las dificultades no se resolverán pronto, pues mientras los precios de la vivienda en ciudades grandes parecen estar recuperándose, las ciudades medianas y pequeñas todavía están estancadas.
EL AVANCE INCIERTO DE LA INDIA
De manera contraria, el pronóstico de crecimiento de India para 2024 se elevó a 6.3 por ciento, según el Fondo Monetario Internacional en su informe Perspectivas de la Economía Mundial. Un ascenso espectacular que ha avanzado a raíz de la liberalización económica de la década de 1990. Desde el cambio de siglo, la economía de la India ha superado las predicciones, cuadruplicándose en el transcurso de una década.
Sin embargo, el país todavía enfrenta importantes desafíos en materia de desarrollo. Las divisiones arraigadas de la estructura de castas se agravan por el surgimiento de nuevas formas de desigualdad derivadas de la economía.
También es importante considerar que, si bien las instituciones democráticas han prosperado de una manera que pocos esperaban, se afrontan desafíos frente al nepotismo, la corrupción y la violencia de insurgencias locales, lo cual afecta a grandes partes del país, imponiendo riesgos sociales y costos al desarrollo económico.
LA CRISIS CLIMÁTICA SACUDE LA GEOPOLÍTICA
Potencialmente, el mundo podría superar el peligroso límite de calentamiento de 1.5 °C en 2024, algo que claramente marca la falta de acciones y políticas a nivel global. Vamos, es probable que la última década haya sido el periodo más caluroso de los últimos 125,000 años, mientras que el periodo 2016-2020 ha sido el más caluroso registrado desde 1850. Si estos datos no suenan preocupantes, tal vez nada lo sea.
Ahora, si bien las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron ligeramente en 2020 debido a la pandemia de covid-19, pronto retomaron su tasa de crecimiento, lo que significa que las concentraciones de dióxido de carbono atmosférico han seguido aumentando.
La descarbonización de la industria, el transporte y la generación de energía son piezas clave para abordar de una vez la crisis climática que cada año se agudiza. Las medidas actuales siguen sin ser de la contundencia necesaria, y los impactos sobre todo en los países menos desarrollados siguen siendo devastadoras.
LA GUERRA EN GAZA
Empezando por lo básico: Gaza es una estrecha franja de tierra situada entre Israel y el Mediterráneo gobernada por Hamás, un grupo musulmán radical definido como organización terrorista por la gran mayoría de los países. Desde 2006, Hamás controla Gaza y sus militantes han librado varias guerras con Israel, que ha mantenido un bloqueo en la franja para aislarle, lo cual ha pauperizado las condiciones de vida de los cerca de 600,000 palestinos.
Los cuatro retos de Israel en su guerra contra Hamas: entrevista exclusiva con un ex primer ministro
Esto ha resultado en la radicalización de ambos bandos que a su vez ha desencadenado en los nuevos ataques de Hamás a Israel, y el reinicio del conflicto, pero con un nivel más intenso de agresiones, lo cual, como siempre en las miserias de la guerra, lleva a cuesta la población civil con la consecuente crisis humanitaria que se vive en la región.
Esto además se inserta en el gran teatro de la geopolítica global. Por un lado, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países occidentales han condenado el ataque de Hamás contra Israel. Por su parte, Rusia y China se han negado a condenar a Hamás y dicen que mantienen contacto con ambas partes en el conflicto.
CONCLUSIONES SOBRE LA GEOPOLÍTICA EN 2024
Se nos presenta de nuevo un mundo polarizado, pero no de Guerra Fría, sino un panorama que deriva en conflictos regionales con implicaciones globales. Desde la radicalización de la política estadounidenses y su impacto en los conflictos en Ucrania y Gaza, hasta las visiones divergentes de Rusia, China e India y sus áreas de influencia en Europa, Asia y África.
Como cereza del pastel: una crisis climática que parece pasar desatendida. En fin, ojalá nos tocara vivir tiempos menos interesantes.
(*) Analista y politólogo por el Colegio de México (Colmex)
Publicado en cooperación con Newsweek en Español