El nuevo líder de Hezbolá, Naim Qassem, habló sobre la guerra con Israel y si bien dejó en claro que el grupo está decidido a continuar con los ataques también abrió la puerta a un posible acuerdo.
«Podemos continuar durante meses, no digo más», sentenció en su primer discurso como jefe de la organización al tiempo que manifestó que estarían dispuestos a llegar a un acuerdo, pero «con condiciones».
«Si el enemigo decide (acordar) un alto el fuego, diremos que sí, pero con condiciones. La manera será mantener negociaciones indirectas para este fin», sostuvo.
Sobre los pasos a seguir, indicó que «la agenda de trabajo es la misma que con Hasán Nasrala. Continuamos con el mismo plan de guerra».
En ese punto, afirmó que la Franja de Gaza, el Líbano y otros lugares de Medio Oriente se enfrentan a una guerra israelí, estadounidense y europea con toda su potencia».
Si bien recordó que «siempre dijimos que no queremos guerra», hizo hincapié en que «estamos preparados si se nos ha impuesto y lo haremos con firmeza y triunfaremos, si Dios quiere».
Aseguró que el objetivo de Hezbolá es «es proteger al Líbano» y «apoyar a Palestina».
Reconoció que cuentan con el apoyo de Irán, el cual a cambio, según afirmó, solo quiere «la liberación de la tierra libanesa».
Qassem calificó a los ataques de Israel como «un genocidio» y puso el foco en «su brutalidad».
Acto seguido, planteó: «¿Más de 43.000 mártires no conmueven al mundo?¿100.000 heridos no agitan al mundo?¿Ni el asesinato de niños? Esta criminalidad debe ser afrontada».
Ante este panorama, expresó: «Damos la bienvenida cualquier país árabe, islámico o del mundo si nos quiere apoyar. No decimos que no a quien nos apoye en el mundo, sea occidental, árabe o quien sea. No diremos que no».