La Luna carece de las masas de agua líquida características de la Tierra, pero científicos dijeron que existe más agua lunar de lo que se pensaba, ya que hay moléculas atrapadas dentro de granos de mineral en la superficie y posiblemente hay placas de hielo en su lado oscuro.
Si bien investigaciones de hace 11 años indicaron que el agua en pequeñas cantidades era relativamente común en la Luna, un equipo de científicos ahora reporta la primera detección inequívoca de moléculas de agua en la superficie.
Al mismo tiempo, otro equipo reporta que la Luna tiene aproximadamente 40.000 kilómetros cuadrados bajo sombras permanentes que potencialmente podrían albergar agua en forma de hielo.
El agua es un recurso precioso y una presencia relativamente abundante en la Luna podría resultar importante para futuras misiones robóticas y de astronautas, que busquen extraer y usar agua para volverla apta para su consumo o como ingrediente de combustible.
Un equipo dirigido por Casey Honniball, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Maryland, detectó agua molecular en la superficie lunar, atrapada dentro de vidrios naturales o entre granos de escombros. Las observaciones previas eran ambiguas sobre si se trataba de agua o de hidroxilo, pero la nueva forma de detección utilizó un método que arrojó hallazgos inequívocos.
La única forma de que el agua exista en las superficies lunares iluminadas por el Sol es que se encuentre incrustada en granos minerales, protegiéndola del ambiente gélido. Los investigadores utilizaron datos del observatorio aerotransportado SOFIA, un avión Boeing 747SP modificado para llevar un telescopio.
«Mucha gente piensa que la detección que hice es hielo de agua, lo que no es cierto. Son solo las moléculas de agua, porque están tan dispersas que no interactúan entre sí para formar agua helada o incluso agua líquida», dijo Honniball.
El segundo estudio, también publicado en la revista Nature Astronomy, se centró en las llamadas trampas frías en la Luna, regiones de su superficie que existen en un estado de oscuridad perpetua donde las temperaturas están por debajo de -163 grados centígrados (-260 grados Fahrenheit).
Eso es lo suficientemente frío como para que el agua congelada pueda permanecer estable durante miles de millones de años.
Utilizando datos de la nave espacial Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA, los investigadores dirigidos por el científico planetario Paul Hayne de la Universidad de Colorado detectaron lo que pueden ser decenas de miles de millones de pequeñas sombras, muchas no más grandes que una pequeña moneda. La mayoría se encuentra en las regiones polares.
«Nuestra investigación muestra que múltiples regiones de la Luna previamente desconocidas podrían albergar agua helada», dijo Hayne. «Nuestros resultados sugieren que el agua podría ser mucho más común en las regiones polares de la luna de lo que se pensaba anteriormente, lo que haría más fácil su acceso, extracción y análisis».
La NASA está planeando enviar astronautas de regreso a la Luna, una misión que se prevé que allane el camino para un posterior viaje tripulado a Marte. Las fuentes accesibles de agua que se puedan explotar serían favorables para esas misiones.
«El agua no se limita a la región polar. Es más común de lo que pensamos», dijo Honniball.
Otro misterio que permanece sin resolver es la fuente del agua lunar. «El origen del agua en la luna es una de las preguntas generales que estamos tratando de responder a través de esta y otras investigaciones», dijo Hayne. «Actualmente, los principales candidatos son los cometas, asteroides o pequeñas partículas de polvo interplanetario, el viento solar y la propia luna a través de la desgasificación de erupciones volcánicas».
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