Hamás culpó a Israel por la muerte de los miembros de la familia Bibas, Shiri, Ariel y Kfir, y el activista por la paz Oded Lifshitz, cuyos cuerpos fueron restituidos este jueves en el marco del alto el fuego.
Las Brigadas Al-Qassam aseguraron que “se esforzaron por respetar la santidad de los muertos y los sentimientos de sus familias durante la ceremonia de entrega de los cuerpos de los prisioneros, a pesar de que el ejército de ocupación no respetó sus vidas mientras estaban vivos”.
“A las familias de Bibas y Lifshitz: Hubiéramos preferido que sus hijos regresaran con vida, pero sus líderes del ejército y del gobierno optaron por matarlos en lugar de traerlos de vuelta”, expresaron en un comunicado.
Así, la agrupación terrorista acusó a Israel por la muerte de los rehenes, quienes según su versión perdieron la vida en medio de los bombardeos a los centros de detención.
“El criminal (Benjamin) Netanyahu llora hoy sobre los cuerpos de sus prisioneros que le devolvieron en ataúdes, en un intento flagrante de evadir la responsabilidad por su asesinato frente a su audiencia”, expresaron en un comunicado.
Las Brigadas Al-Qassam también aseguraron que los soldados israelíes “mataron con ellos a 17.881 niños palestinos, en su bombardeo criminal de la Franja de Gaza”. “Sabemos que ustedes saben quién es el verdadero responsable de su partida”, arremetieron.
En ese contexto, la organización terrorista envió una advertencia a Israel: “Enfatizamos que el intercambio es la única manera de devolver a los prisioneros con vida a sus familias, y cualquier intento de traerlos de vuelta por la fuerza militar o el regreso a la guerra sólo resultará en más pérdidas entre los rehenes”.