Por Billal Rahman, de Newsweek Internacional
Honduras ha amenazado con cerrar bases militares estadounidenses gratuitas en el país si el presidente electo Donald Trump lleva a cabo su política de deportaciones masivas.
La presidenta Xiomara Castro dijo que los funcionarios considerarían «un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el ámbito militar», ante «represalias innecesarias contra nuestros migrantes».
Newsweek se ha puesto en contacto con el equipo de transición de Trump para obtener comentarios por correo electrónico fuera del horario de oficina normal.
Esta medida marca una de las primeras señales de resistencia y diplomacia internacional en respuesta a la política migratoria emblemática de Trump.
LO QUE HAY QUE SABER
La presidenta hondureña Xiomara Castro ha advertido que podría considerar poner fin a la cooperación militar con Estados Unidos si el presidente electo Trump sigue adelante con sus propuestas de deportaciones masivas, rechazo de solicitudes de asilo y separación de familias en la frontera entre Estados Unidos y México.
Castro emitió la advertencia en un mensaje de Año Nuevo, en el que enfatizó la necesidad de un diálogo constructivo con la administración entrante. Resaltó el hecho de que Estados Unidos no paga alquiler por las bases militares en Honduras. Estados Unidos ha administrado la base militar Palmerola (también conocida como Base Aérea Soto Cano) en Comayagua, en el centro de Honduras, desde la década de 1980.
La deportación masiva es un componente central de la plataforma del Partido Republicano, y Trump prometió que millones de inmigrantes que se encuentran en el país ilegalmente serían expulsados del país a partir del «primer día» de su presidencia para combatir el crimen.
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Trump ha amenazado con imponer aranceles radicales a México y Canadá si no cooperan con sus planes para reducir las cifras de migración y detener el flujo de drogas que ingresan al país. Existe la posibilidad de que pueda imponer aranceles a los hondureños si no cumplen con sus deseos.
Como presidenta de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Castro anunció que en enero será coanfitriona de una reunión con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, que reunirá a los ministros de Asuntos Exteriores para discutir cuestiones migratorias.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Tony García, dijo que alrededor de 250.000 hondureños serán deportados de Estados Unidos en 2025 y que Honduras no está preparada para manejar una afluencia tan grande de personas.
Aproximadamente 2 millones de hondureños viven y trabajan actualmente en Estados Unidos, según estadísticas del gobierno hondureño. Sin embargo, según el Pew Research Center, en 2022, aproximadamente 525.000 inmigrantes no autorizados de Honduras residían en Estados Unidos.
LO QUE DICE LA GENTE
La presidenta Xiomara Castro dijo en un comunicado el día de Año Nuevo: «Ante una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el ámbito militar, donde, sin pagar un centavo durante décadas, mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda razón de existir en Honduras».
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«Esperamos que la nueva administración estadounidense del presidente electo democráticamente, Donald Trump, esté abierta al diálogo, sea constructiva y amistosa, y no tome represalias innecesarias contra nuestros migrantes, quienes normalmente hacen una gran contribución a la economía estadounidense», agregó.
QUÉ PASARÁ AHORA
Trump regresará a la Casa Blanca el 20 de enero y se espera que firme una serie de órdenes ejecutivas para abordar la inmigración ilegal y la seguridad fronteriza.
El presidente electo ha prometido repetidamente desplegar la Guardia Nacional para implementar su política de deportación masiva y prometió cerrar la aplicación CBP One, poner fin a la política de captura y liberación y restablecer el programa «Permanecer en México» como parte de su agenda de inmigración de línea dura.
Sin embargo, se espera que se enfrente a resistencia, ya que los legisladores y los defensores de la inmigración se están preparando para lanzar una ola de acciones legales para detener sus planes de deportación masiva.
Publicado en cooperación con Newsweek Internacional
