Alejandro Arcos tenía 44 años y estaba al mando del poblado de Chilpancingo, en el estado de Guerrero (sur).
Un crimen atroz conmocionó al poblado mexicano de Chilpancingo, en el estado de Guerrero (sur), donde su nuevo alcalde Alejandro Arcos fue hallado decapitado a solo unos días de haber asumido el cargo.
La Fiscalía General del Estado de Guerrero indicó que inició una carpeta de investigación por el delito de homicidio calificado, por los hechos ocurridos en Chilpancingo en contra de Arcos.
«Agentes de la Policía Investigadora Ministerial y de los Servicios Periciales de la FGE Guerrero, acudieron al lugar de los hechos, para llevar a cabo los actos de investigación correspondientes, que permitan obtener datos de prueba necesarios para esclarecer el ilícito», dijo la dependencia en un breve comunicado.
Por su parte, el presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno, lamentó en sus redes sociales el deceso de Arcos, quien murió tres días después del homicidio del secretario del ayuntamiento de Chilpancingo, Francisco Tapia.
«Llevaban menos de una semana en el cargo», escribió el líder partidista, tras afirmar que su organización estará pidiendo a la autónoma Fiscalía General de la República (FGR) atraer ambos asesinatos para realizar las investigaciones correspondientes.
Chilpancingo alberga a unos 200.000 habitantes y es de las pocas ciudades que en las últimas elecciones votó en contra del oficialismo como castigo por la ola de violencia que sufre la zona.
Arcos, candidato del PRI, había anunciado un plan de seguridad llamado “Blindaje Chilpancingo”, que consistía en contratar más policías, adquirir más patrullas y fortalecer los sistemas de denuncia e investigación.
Vale recordar que este tipo de acontecimientos son frecuentes en este territorio. Durante la campaña de las elecciones generales, al menos 37 candidatos a puestos de gobiernos locales fueron asesinados, según la organización civil Causa en Común. 12 de ellos en Guerrero.