El estado de Jalisco, en el oeste de México, se encuentra conmocionado por los hallazgos en el Rancho Izaguirre, un establecimiento que se presume era utilizado por el crimen organizado como centro de reclutamiento y exterminio.
Si bien el lugar fue descubierto por la Guardia Nacional en septiembre de 2024 y lleva varios meses bajo investigación, en las últimas semanas el caso tomó gran notoriedad en las redes sociales, debido a que se encontraron restos óseos y pertenencias de personas, entre ellas documentos de identidad.
Foto: Fiscalía de Jalisco
El Rancho Izaguirre es un espacio rectangular ubicado en el municipio de Teuchitlán. Se trata de un lugar perimetrado con muros, que cuenta con varias construcciones, entre ellas un espacio que simula ser un centro de entrenamiento físico.
Organizaciones de desaparecidos han apuntado a este lugar no solo como un centro de reclutamiento que sería del Cartel Jalisco Nueva Generación, sino que además afirmaban que allí funcionaba un centro de exterminio donde se desaparecía a personas.
Recientemente, el caso pasó a manos de la Fiscalía General de la República (FGR) de México, que este miércoles confirmó el hallazgo de restos humanos dentro del establecimiento.
Foto: Fiscalía de Jalisco
“Sí hay restos humanos”, dijo el fiscal general Alejandro Gertz Manero. “Se encontraron una serie de pequeños trozos de osamenta”, explicó, aunque remarcó que “no hay todavía un dictamen concluyente” que garantice la “credibilidad y las características específicas de esos restos óseos”.
Además, remarcó que “no están todavía definidos técnicamente” para establecer si realmente fueron cremados de forma clandestina en el lugar como se sospecha.
Foto: Fiscalía de Jalisco
El fiscal apuntó contra la Fiscalía de Jalisco, quien tuvo el caso desde el principio, acusando que no había hecho una “inspección total y exhaustiva del lugar”. También dijo que no hubo un registro debido de los elementos hallados; no se investigaron posibles pistas para investigar si tendría conexión con el crimen organizado; y tampoco se mantuvo la custodia correspondiente del lugar.
“Seis meses después, los servicios periciales del estado de Jalisco aún no cuentan con un dictamen definitivo en el que se establece con precisión la antigüedad y la identidad de los restos encontrados”, manifestó.
Entre los objetos hallados, había prendas de vestir, zapatos, mochilas, libros, cartas, artículos de limpieza y algunas identificaciones personales. Según el fiscal Gertz Manero, algunas de ellas pertenecen a posibles víctimas, pero otras son de “sicarios de cárteles criminales” que fueron detenidos en otros estados de México.
Al respecto del caso, el fiscal no brindó muchas precisiones, remarcando que lo hará a medida que avance la investigación. “Este es un asunto muy importante para la vida pública del país, lo tenemos que manejar con mucha seriedad”, enfatizó.
