Arabia Saudita es el único país candidato a la organización del Mundial de Futbol de 2034, anunció este martes 31 de octubre la FIFA, y ello debía conducir a su oficialización a finales de 2024 como sede del torneo si cumple con los requisitos técnicos. Finalmente, fue ratificado por la entidad este miércoles.
Mientras se definen los detalles, las organizaciones en defensa de los derechos humanos ponen ya encima de la mesa sus preocupaciones por la vida de los trabajadores.
“La FIFA debe ahora dejar claro lo que espera de los anfitriones en términos de respeto de los derechos humanos”, estimó Steve Cockburn, jefe de Economía y Justicia Social de Amnistía Internacional. En otro texto, Human Rights Watch pidió a la instancia mundial “retrasar” la concesión del Mundial-2034, estimando que no había conseguido llevar a cabo un proceso “ético, transparente, objetivo e imparcial”.
“Con unos 13.4 millones de trabajadores migrantes en Arabia Saudita, protecciones inadecuadas en materia de trabajo y salud, la ausencia de sindicatos, de observadores independientes sobre derechos humanos y libertad de prensa, se dan todas las condiciones para temer por la vida de los que construyan y mantengan los estadios, los transportes, los hoteles y las demás infraestructuras”, detalló Minky Worden, directora de iniciativas mundiales de Human Rights Watch.
El presidente de la FIFA confirmó a Arabia Saudita como sede del Mundial 2034
“Apenas un año después de las catástrofes de derechos humanos de la Copa Mundial de Qatar 2022, la FIFA no ha aprendido la lección de que otorgar eventos de miles de millones de dólares sin la debida diligencia y transparencia puede correr el riesgo de corrupción y los principales abusos de los derechos humanos”, dijo Minky Worden.
Y añadió: “La posibilidad de que la FIFA pueda otorgar a Arabia Saudita la Copa Mundial 2034 a pesar de su terrible historial de derechos humanos y la puerta cerrada a cualquier monitoreo expone los compromisos de la FIFA con los derechos humanos como una farsa”.
Arabia Saudita –reino ultraconservador–, que en los últimos años ha multiplicado sus inversiones en el deporte, organizaría el Mundial de Futbol cuatro años después de que en 2030 lo hagan España, Portugal y Marruecos. En esa edición de 2030 están previstos además tres partidos en Sudamérica (Uruguay, Argentina y Paraguay). El próximo Mundial, el de 2026, tendrá lugar en Estados Unidos, México y Canadá.
AUSTRALIA DEJÓ EL CAMINO LIBRE
Arabia Saudita había estado interesada en ser sede del Mundial de 2030, en un proyecto conjunto con Grecia y Egipto. Esa candidatura se abandonó en junio y el reino se centró entonces en la cita de 2034. Por su política de rotación continental, la FIFA había “invitado” a presentar sus candidaturas para 2034 a los países miembros de las confederaciones de Asia y Oceanía.
Indonesia contempló durante un tiempo presentar una candidatura conjunta con Australia o con otros países como Nueva Zelanda, Malasia o Singapur, antes de dar un paso atrás el 19 de octubre.
Por su parte, Australia, que en este 2023 albergó junto a Nueva Zelanda el Mundial femenino, aspiró a ser sede del gran evento masculino en 2018 y 2022, sin éxito. Este martes 31 de octubre anunció su renuncia a competir por la sede de 2034, dejando el camino despejado a los sauditas.
“Hemos estudiado la posibilidad de presentar una candidatura para organizar el Mundial de la FIFA y, después de haber tenido en cuenta todos los factores, hemos decidido no hacerlo para la competición organizada en 2034”, escribió la federación Football Australia en un comunicado.
Publicado en cooperación con Newsweek en Español