La Corte Suprema del Reino Unido dictaminó que Escocia no podrá realizar un nuevo referéndum para definir su independencia de la corona, sin contar primero con una aprobación del Gobierno británico.
La medida generó nuevas controversias y manifestaciones a favor y en contra, y pone en una encrucijada a la primera ministra Nicola Sturgeon, quien ya anticipó que no se dará por vencida y seguirá reclamando una nueva votación.
El argumento de los separatistas escoceses es que, si bien es cierto que la independencia fue rechazada en un referéndum en 2014 con un 55% de los votos, eso se produjo antes del famoso Brexit, en 2020, en el que Gran Bretaña se separó de la Unión Europea, decisión ampliamente rechazada en Escocia, de acuerdo a los resultados oficiales. No es lo mismo, sostienen, pertenecer a una Gran Bretaña dentro de la Unión Europea que fuera de ella.
El fallo de la Corte fue emitido este miércoles por un panel de cinco jueces, quienes escucharon a todas las partes durante dos días en octubre, momento complejo por la reciente muerte de la reina Isabel II y la crisis en el Gobierno, que llevó a la salida de Liz Truss y al desembarco de Rishi Sunak.
Entre sus argumentos, el presidente de la máxima instancia judicial del Reino Unido, Robert Reed, esgrimió que Escocia no tiene competencia constitucional para definir un marco legal para el referéndum que solicita. “La Ley de Escocia otorga poderes limitados al Parlamento escocés», sostuvo desde Londres.
La primera ministra admitió el fallo, confirmó que lo acatará, pero ratificó la posición de Escocia en este tema. “Está en juego el derecho democrático de elegir nuestro propio futuro», advirtió en una conferencia de prensa en Edimburgo, en la que resaltó que el camino a seguir será “legal y democrático”.
De todos modos, Sturgeon señaló que la próxima meta es 2025. Ese año se realizarán las nuevas elecciones en el Reino Unido, y aseguró que actuarán como “un referendo de facto”. La búsqueda de la independencia ha sido uno de los ejes del Partido Nacionalista Escocés (SNP) para llegar al poder.
Mientras tanto, el ministro para Escocia del Gobierno británico, el escocés Alister Jack, minimizó la cuestión en el marco de la actual crisis y opinó: “La gente en Escocia quiere que sus dos gobiernos concentren toda la atención y los recursos en los temas que más les importan. Es por eso que nos enfocamos en temas como restaurar la estabilidad económica, brindar a las personas la ayuda que necesitan con sus facturas de energía y apoyar nuestro NHS (programa nacional de seguro médico)».