Martín Castillo, un argentino que tiene un negocio en Porto Alegre, habló sobre las inundaciones en Rio Grande Do Sul que ya dejaron 83 muertos.
En diálogo con Willy Kohan en Radio Rivadavia advirtió que «las perspectivas no son nada buenas» y precisó que «la ciudad está paralizada: no hay luz, no hay agua potable, pocos lugares tienen electricidad, está totalmente colapsada».
«Con perspectivas de que vuelva a llover en dos, tres días«, agregó y en consecuencia, aseguró que «es mucho más serio de lo que se está comentando».
Sobre cuánto territorio de la ciudad está inundado, indicó que «los lugares más perjudicados son los más populosos respecto a cantidad de gente: el centro histórico, los barrios que lo rodean».
Y sumó que «estadios como El Inter están totalmente bajo el agua porque están a 200 metros de lo que sería el río. Es una parte muy linda, pero que practicamente hoy no existe más» por lo que «los daños son gigántescos».
Ante este panorama, indicó que «los barrios que no se ven afectados por el agua, no tienen luz porque se inundaron las estaciones eléctricas».
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Sobre la ayuda del Gobierno, afirmó que «hay muchas críticas» y contó: «Lula vino dos veces, pero los helicópteros que debería dar el Estado no aparecen».
Por lo tanto, «hay mucha más participación de mano de obra pública de empresarios, gente que está ayudando de manera desinteresada. Ayuda de otras provincias como Uruguay».
Acerca de la situación a la noche en cuanto a la seguridad, indicó que «ya hubo saqueos y aprovechamientos» y manifestó: «Es lo que pasa siempre ante estas situaciones, que no reconoce banderas ni lugares y siempre hay oportunistas».
Las tormentas, según informó la agencia Reiuters, han afectado a más de dos tercios de las casi 500 ciudades del estado de Río Grande Do Sul, dejando a unas 122.000 personas desplazadas, acorde con lo transmitido por la autoridad estatal de defensa civil al medio.
Las inundaciones provocadas por las tormentas destruyeron carreteras y puentes en varias ciudades, al tiempo que generaron corrimientos de tierras y el derrumbamiento parcial de una presa en una pequeña central hidroeléctrica.