Israel se está preparando para autorizar a los viajeros de EE. UU., El Reino Unido y todos los demás países a ingresar a la nación después de prohibirlos temporalmente cuando surgió la variante del coronavirus Omicron.
El Ministerio de Salud pidió el jueves la cancelación de la llamada lista «roja» de Israel, pero hay un paso legal final que las recomendaciones deben pasar antes de que se aprueben formalmente. Se espera que entre en vigor a la medianoche del jueves.
La decisión cambia el rumbo de la estricta política de viajes de Israel, incluso cuando la variante Omicron altamente transmisible estimula las tasas de infección en todo el mundo. Pero la recomendación también reconoce que, si bien más personas se infectan con Omicron en comparación con variantes pasadas, no está causando enfermedades ni muertes más graves.
Esto es especialmente cierto entre los vacunados.
Aparte de Estados Unidos y el Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Tanzania, México, Suiza y Turquía se encuentran entre las naciones que se tacharán de la lista «roja».
La nación también recomendó flexibilizar los plazos de la cuarentena para los viajeros. Según las recomendaciones, las personas que viajen a Israel y hayan sido vacunadas o recuperadas del virus pueden salir de la cuarentena después de que hayan pasado 24 horas o cuando den negativo en la prueba.
Los no vacunados deben dar negativo dos veces antes de salir de la cuarentena, una vez al aterrizar en Israel y luego nuevamente después de aislarse durante una semana.
El jueves, el gobierno informó otro récord de nuevas infecciones, con más de 16.000 registradas un día antes.
Eso es a pesar de ser un líder en vacunación al principio de la pandemia y el primer país en ofrecer una tercera vacuna o vacuna de refuerzo. Ahora, Israel está entre los primeros en comenzar a ofrecer un cuarto golpe. Alrededor del 64 por ciento de los 9,4 millones de habitantes de Israel han recibido dos vacunas y alrededor del 46 por ciento han recibido tres inyecciones.
En el vecino Líbano, hubo un aumento predecible de infecciones después de las vacaciones, ya que el pequeño país de 6 millones informó su mayor número de casos diarios desde el brote del virus en 2020. Según el Ministerio de Salud libanés, al menos 7.247 nuevas infecciones y 18 muertes se registraron durante las últimas 24 horas. Eso eleva el número total de infecciones desde marzo de 2020 a 750.000 entre la población donde al menos el 44 por ciento ha recibido al menos un pinchazo.
El Líbano se enfrenta a una crisis económica sin precedentes que ha hundido al otrora país de clase media en la pobreza, agotado los recursos y socavado los servicios básicos, incluida la salud. Las autoridades sanitarias advirtieron que un nuevo pico amenazaba al sector ya extendido que lidia con la escasez de botes de oxígeno, ventiladores y suministros médicos.
Publicado en cooperación con Newsweek