Los legisladores italianos agregaron nuevas restricciones el 10 de enero de 2022, incluida la prueba de vacunación o recuperación del virus, para usar el transporte público e ingresar a tiendas, gimnasios y otros lugares.
Los casos de COVID-19 en Italia superaron los 100.000 en un día. Estas nuevas restricciones son la respuesta del gobierno para frenar la reciente ola Omicron, que se produce después de que muchos ciudadanos italianos regresaran a la escuela y al trabajo después de las vacaciones de diciembre.
Si bien casi el 86 por ciento de la población italiana mayor de 12 años está completamente vacunada, actualmente 2 millones de personas dan positivo por el virus. Las nuevas restricciones del gobierno, que limitan a los italianos tanto de las recreaciones como de las actividades esenciales, animan a aquellos que aún no han recibido la vacuna a hacerlo. Los ciudadanos ya no pueden simplemente mostrar una prueba de COVID negativa si esperan usar el transporte público, como el autobús o el metro. Estas nuevas restricciones limitan incluso la entrada de ciudadanos a lugares como cafeterías, gimnasios y hoteles.
Los italianos han apoyado los mandatos de máscaras anteriores y las nuevas restricciones, incluida la policía que verifica el estado de las vacunas de los viajeros del tren y exige el uso de máscaras faciales Ffp2 adecuadas, ahora requeridas en el transporte público.
Carola Pasqualotto, miembro del centro deportivo Imperi que verifica el estado de vacunación en la recepción, dijo que está contenta con las nuevas restricciones, según Euro News.
«Estoy a favor de las vacunas obligatorias para todos», dijo Pasqualotto.
El primer ministro Mario Draghi, de quien se espera que celebre una conferencia de prensa para explicar los nuevos mandatos, se enfrentó recientemente a críticas por exigir que cualquier persona mayor de 50 años reciba la vacuna. La multa por incumplimiento comienza en 100 euros (113 dólares), lo que, según los críticos, hace que los nuevos mandatos sean «ineficaces».
Italia fue el lugar del primer brote de coronavirus en Europa en febrero de 2020. Casi el 75 por ciento de los vacunados son actualmente elegibles para recibir una vacuna de refuerzo.
El reciente aumento impacta los servicios esenciales, provocando escasez de mano de obra, ya que muchas personas se encuentran actualmente en cuarentena. Los servicios de trenes se han visto obstaculizados y los distritos escolares incluso afirmaron que no podrían reabrir porque no tienen suficientes maestros.
Mientras tanto, las asociaciones de médicos han dicho que el aumento está afectando duramente a los hospitales de Italia. Unos 16.000 pacientes de COVID-19 están en el hospital y 1.600 están en cuidados intensivos, pero eso está muy por debajo de las 4.000 personas en las unidades de cuidados intensivos durante el apogeo de la primera ola. Las autoridades dicen que alrededor de dos tercios de los que ahora están hospitalizados no están vacunados.
Publicado en cooperación con Newsweek
