El primer ministro Boris Johnson ganó el lunes la primera de varias votaciones en el Parlamento sobre su plan para socavar el tratado del Brexit, pero se enfrenta a una rebelión creciente entre los legisladores que dicen que violar el derecho internacional empañaría la reputación de Reino Unido.
Johnson, que tiene una mayoría de 80 escaños en la Cámara de los Comunes, ganó la llamada segunda lectura del proyecto de ley de mercado interno por 340 votos contra 263.
La UE afirma que el plan de Johnson hará naufragar las conversaciones comerciales y llevará a Reino Unido a un Brexit desordenado, mientras exlíderes británicos han advertido que violar la ley es un paso demasiado extremo que dañará la imagen del país.
Sin embargo, Johnson dijo que era esencial contrarrestar las amenazas «absurdas» de Bruselas, entre las que se incluyó el hecho de que Londres levante barreras comerciales entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte e imponga un bloqueo alimentario, medidas que, según dijo, amenazaban la unidad de Reino Unido.
«La UE todavía no ha retirado este revólver de la mesa», dijo Johnson al Parlamento antes de la votación. «Lo que no podemos hacer ahora es tolerar una situación en la que nuestros colegas de la UE crean seriamente que tienen el poder de dividir nuestro país».
La Unión Europea ha exigido al Reino Unido que deseche partes centrales del plan para fines de septiembre, porque sino, no habrá un tratado comercial a fin de año.
Para respaldar su mensaje, la Comisión Europea ha retrasado una decisión sobre la posibilidad de que las transacciones en euros para los cliente de la UE puedan seguir siendo liquidadas y compensadas en Londres, dijo a Reuters una fuente del sector de los derivados.