El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, asistió hoy de manera virtual a la última audiencia del proceso judicial en los tribunales británicos que decidirá si extradita a Estados Unidos al periodista, actualmente preso en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en el sudeste de Londres.
La audiencia fue de carácter administrativo y apenas duró unos minutos en la sala 3 del Tribunal de Magistrados de Westminster, en Londres.
La defensa del informático y periodista australiano solicitó tiempo adicional para presentar su alegato final debido a trabas y retrasos en la entrega de documentos que están afrontando por parte de las autoridades penitenciarias, informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
Assange podría ser condenado a 175 años de cárcel en caso de ser extraditado a EEUU
El periodista australiano se enfrenta a 18 cargos en Estados Unidos relacionados con la publicación por WikiLeaks, a partir de 2010, de cientos de miles de documentos secretos que dejaron al descubierto, entre otras cosas, sus acciones militares -incluidas muertes de civiles, torturas y otros abusos- en Afganistán e Irak.
Por todos estos cargos, Assange podría ser condenado a 175 años de cárcel en caso de ser extraditado a Estados Unidos y juzgado allí.
Assange, de 49 años, fue detenido en abril de 2019 tras pasar siete años refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres, precisamente por temor a ser enviado a la fuerza a Washington.
La magistrada Vanessa Baraitser, que tiene que sopesar si la extradición del activista es proporcional o compatible con los derechos humanos. tiene previsto comunicar su veredicto a favor o en contra de la extradición el 4 de enero de 2021, según indicó al cierre de los testimonios orales.
El periodista fue detenido en 2019 tras pasar siete años refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres.
Baraitser ya había anunciado que su decisión se conocerá después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 3 de noviembre.
El veredicto final indicará si la libertad de prensa tiene prioridad sobre la protección de secretos de Estado, aunque estos encubran aparentes abusos de poder y violaciones de los derechos humanos.
Ambas partes tienen derecho automático a apelar la decisión de la causa que podría llegar hasta el Supremo del Reino Unido y la Corte de Derechos Humanos europea con sede en Estrasburgo, Francia.