El vicepresidente de Rusia, Dmitri Medvédev, habló tras la muerte del jefe de la defensa radiológica, química y biológica del Ejército, Igor Kirillov y le envió un claro mensaje a Ucrania.
«Un castigo seguro aguarda a los nazis banderistas, incluidos los principales líderes militares y políticos de un país en ruinas», afirmó el funcionario al brindarle las condolencias a la familia y amigos de Kirillov, según la agencia oficialista Tass.
El Comité de Investigación ruso consideró que la muerte de Krillov fue un ataque terrorista.
Medvédev aseveró que se trató de un «ataque terrorista».
Afirmó que el hecho «demuestra la agonía» de Ucrania, un país que a su entender «lucha por justificar su frágil existencia a los ojos de sus patrocinadores occidentales y prolongar las hostilidades letales mientras realiza ataques cobardes contra civiles en ciudades y pueblos».
El vicepresidente de Rusia dejó en claro que «los intentos de intimidar a nuestra nación, detener la ofensiva rusa o sembrar el miedo están condenados al fracaso».
Al hablar de Kirillov, lo describió como «un líder militar conocido por su inquebrantable devoción a sus deberes», así como «un profesional dedicado y una persona confiable, honesta y responsable».