Por Shannon Power, de Newsweek
Entre sus seguidores, a veces lo aclaman como «el Nelson Mandela de Palestina». Para sus oponentes en Israel, es un terrorista. Sin embargo, Marwan Barghouti podría ayudar a encontrar una solución al actual conflicto en Gaza, o al menos esperanza para los palestinos que viven allí y en Cisjordania, según un cineasta que ha explorado su caso.
Sophia Scott hizo un documental sobre Barghouti con su hermana, Georgia Scott, llamado “Tomorrow’s Freedom”. Sigue la lucha para liberarlo de una cárcel israelí documentando las experiencias de sus personas más cercanas a él.
«Hasta donde tengo entendido, él no representa ninguna amenaza, lo único que podría hacer sería unir elementos pacíficos y unificadores entre los pueblos israelí y palestino», dijo Scott a Newsweek.
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Barghouti es uno de los líderes palestinos más conocidos y su mural está pegado a las paredes de todo Oriente Medio. Fue una figura clave en el movimiento de autodeterminación palestino como contemporáneo de Yasser Arafat hasta que fue encarcelado por Israel en 2002. Fue sentenciado a cinco cadenas perpetuas acumuladas por asesinato, intento de asesinato y actividades terroristas. Sin embargo, sus partidarios dicen que es un preso político. Barghouti se negó a defenderse en el juicio.
«Marwan Barghouti es uno de los líderes del pueblo palestino que exige la libertad de Palestina y vivir en paz como otros pueblos. Creo que su liberación tendrá un gran impacto en las calles palestinas debido a su influencia y popularidad entre el pueblo», le dijo a Newsweek Raed Amar, director de la Sociedad de Prisioneros Palestinos.
Bargouthi entró en la vida política cuando se unió a Fatah, el partido político fundado por Arafat y la facción más grande de la multipartidista Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Se convertiría en uno de los líderes más destacados del movimiento y sobrevivió a múltiples intentos de asesinato por parte de Israel. Barghouti fue ampliamente visto como uno de los pocos líderes palestinos que trabajaron con sus homólogos israelíes para una solución al conflicto.
Sus partidarios creen que, si sale de la cárcel, podría ayudar a negociar pacíficamente con los israelíes y todas las facciones de la política palestina, desde la Autoridad Palestina en Cisjordania hasta Hamás en Gaza, para lograr algún tipo de resolución.
La imagen de Marwan Barghouti pueblo los muros en Palestina y también en Israel (AHMAD GHARABLI/AFP VIA GETTY IMAGES, via Newsweek)
«Marwan no nació para matar… porque no es una persona violenta, pero Israel lo impulsó a él y a todo el pueblo palestino», dice en el documental Gideon Levy, periodista del periódico israelí Haaretz, comentando el supuesto papel de Marwan en la Segunda Intifada, un levantamiento de los palestinos contra la ocupación israelí que comenzó en 2000.
Scott dijo que «es difícil saber qué es lo que realmente hizo» durante esa Intifada porque «tuvo un juicio que no fue justo ni libre y ha habido muchos organismos legales internacionales que dicen que nada de eso se sostiene en el derecho internacional».
«Él siempre ha dicho que defiende firmemente la paz… así que creo que no hay ninguna amenaza que pueda representar físicamente para los israelíes», añadió. «Se podría construir una Palestina exitosa al lado de un Israel exitoso. La pregunta es: ¿quieren ese socio pacífico?».
Newsweek se puso en contacto con el gobierno israelí por correo electrónico para solicitar comentarios.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no es partidario de que Barghouti regrese a la política. «Llamar a Barghouti líder y parlamentario es como llamar pediatra a [el presidente sirio Bashar] Assad», dijo Netanyahu en 2017 tras un artículo de opinión escrito por Barghouti en The New York Times.
«[Los terroristas encarcelados] son asesinos y terroristas. Nunca perderemos nuestro sentido de claridad porque estamos del lado de la justicia y ellos están del lado que no es ni justo ni moral», añadió Netanyahu sobre los prisioneros palestinos, según The Times. de Israel.
“Tomorrow’s Freedom” se estrenó inicialmente en algunos festivales de cine en 2022, pero los realizadores decidieron que era importante volver a estrenarlo después de los ataques de Hamás del 7 de octubre porque «hay mucho más interés en él y en que se habla de Marwan como un líder potencial», dijo Scott. .
El grupo militante palestino Hamás lanzó un ataque sorpresa sin precedentes contra Israel hace seis meses, matando a 1.200 personas y secuestrando a unas 240. Algunos de los cautivos han sido devueltos a Israel y otros han muerto desde entonces, mientras que «docenas de rehenes» permanecen actualmente en prisión. Gaza, según la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock.
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Las operaciones militares posteriores de Israel han matado a unas 34.000 personas en Gaza, según las últimas cifras citadas por Reuters.
Hamás ha dicho que liberará a los rehenes restantes en un intercambio de prisioneros por algunos de los muchos palestinos detenidos en cárceles israelíes. Uno de ellos es Barghouti, un indicio, según algunos analistas, de que podría ser una fuerza unificadora entre los fraccionados grupos políticos palestinos.
Scott quería saber más sobre el hombre que muchos palestinos le dijeron que «podría ser nuestro Nelson Mandela si tuvieran la oportunidad», porque «obviamente hay una enorme necesidad de unidad en Medio Oriente, como la que Mandela trajo a Sudáfrica».
Mandela fue encarcelado en la prisión de Robben Island durante 27 años por su papel en el intento de poner fin al apartheid. De hecho, «Tomorrow’s Freedom» muestra la foto de Barghouti en la pared de la antigua celda de Mandela, la única palestina entre esas fotos y una de las pocas imágenes que no muestra el rostro del líder sudafricano.
«Sabemos muy bien que nuestra libertad está incompleta sin la libertad de los palestinos», dijo Mandela en 1997, cuando era entonces presidente de Sudáfrica.
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En homenaje, los palestinos erigieron una gran estatua de Mandela en la ciudad cisjordana de Ramallah, y no es el único vínculo entre Sudáfrica y los palestinos.
En 2016, el arzobispo sudafricano y premio Nobel de la Paz de 1984, Desmond Tutu, nominó a Barghouti para el Premio Nobel de la Paz, y Sudáfrica presentó un caso contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por sus acciones en Gaza después del 7 de octubre, que alegaba fueron un asesinato sistemático de palestinos debido a su origen étnico.
Más tarde, Barghouti se separó de Fatah, pero continuó su trabajo desde la cárcel, incluido el liderazgo de la coalición de diferentes grupos palestinos para crear el Documento de los Prisioneros en 2006, que pedía la creación de un Estado palestino y el derecho de retorno de los palestinos que viven en la diáspora. Al año siguiente encabezó una huelga de hambre de 41 días para protestar por las condiciones de los prisioneros palestinos.
Marwan escribió sobre su postura sobre una posible solución a la crisis en Oriente Medio en el Washington Post en 2002.
«Aunque me opongo firmemente a los ataques y los ataques contra civiles dentro de Israel, nuestro futuro vecino, me reservo el derecho a protegerme, a resistir la ocupación israelí de mi país y a luchar por mi libertad», escribió. «Aún busco la coexistencia pacífica entre los países iguales e independientes de Israel y Palestina basada en la retirada total de los territorios palestinos ocupados en 1967».
Pero la retirada total de los israelíes de los asentamientos en Cisjordania o una solución de dos Estados probablemente sea poco probable ahora, según el israelí-estadounidense Jeff Halper, director del Comité Israelí contra las Demoliciones de Casas. Esa organización trabaja para poner fin a «la política israelí de demoler hogares palestinos».
Halper conoció a Barghouti y siente «gran admiración» por él, pero dijo que debido a que «Israel ha rechazado completamente la solución de dos Estados», es posible que las aspiraciones de Barghouti nunca se cumplan. También dijo a Newsweek que debido a que hay alrededor de 400.000 colonos israelíes dispersos por toda Cisjordania, ha «confinado a los palestinos en las islas» de tres áreas acordadas en los acuerdos de Oslo. La presencia de colonos dispersos de esa manera, y la continua expansión de su presencia, hace que sea improbable o imposible que toda Cisjordania regrese a los palestinos.
«Incluso si Israel le ofreciera un puesto en la Autoridad Palestina, impondría condiciones que no creo que Israel pueda aceptar», dijo.
Como resultado, si bien Barghouti podría tener la credibilidad y la popularidad para ganar una elección, es posible que ya no sea el mejor candidato para ayudar a resolver el conflicto. «Ha estado en prisión todos los años, no estaría dispuesto a venderse», dijo Halper. «Simplemente creo que su tiempo ha pasado, por un lado, y por otro lado, creo que las estructuras del apartheid israelí son mucho más fuertes hoy que hace 20 años… tendría que ser colaborador de Israel y no creo él estaría de acuerdo con eso”.
Publicado en cooperación con Newsweek
