La nominada del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, empezará a reunirse esta semana con senadores, mientras los republicanos buscan un rápido proceso de confirmación en el Senado antes de la elección presidencial de noviembre y pese a las objeciones demócratas.
Trump anunció el sábado que Barrett, de 48 años, es su elegida para sustituir a la juez liberal Ruth Bader Ginsburg, que falleció el 18 de septiembre a los 87 años. Barrett, que sería la quinta mujer que sirve en el alto tribunal, dijo que trabajaría siguiendo el ejemplo del fallecido magistrado conservador Antonin Scalia.
Su confirmación por el Senado dejaría una mayoría conservadora de 6-3 en la corte.
Los republicanos cuentan igualmente con una mayoría de 53-47 en el Senado y quieren celebrar una votación antes de los comicios del 3 de noviembre, en línea con los deseos de Trump.
Su confirmación por el Senado dejaría una mayoría conservadora de 6-3 en la corte.
El mandatario, que buscará la reelección ante el demócrata Joe Biden, ha dicho que quiere nueve jueces en la corte para que puedan abordar cualquier asunto legal relacionado con la elección y decidir posiblemente en su favor.
Barrett tiene previsto empezar a reunirse con senadores antes de una audiencia de confirmación de varios días cuyo inicio está previsto para el 12 de octubre, cuando se enfrentará a preguntas sobre su filosofía judicial y su enfoque de la ley.
El senador republicano Lindsey Graham, que preside el comité, dijo a Fox News el domingo que es probable que el panel vote sobre la nominación el 22 de octubre, mientras que el pleno del Senado haría lo propio a fines de mes.
Los demócratas objetan que los republicanos avancen en la nominación tan cerca de las elecciones, asegurando que el ganador debería ser el encargado de tomar la decisión.
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