El coordinador de Ayuda de Emergencia Martin Griffiths declaró al Consejo de Seguridad de la ONU que las máximas prioridades humanitarias son permitir a los civiles abandonar las áreas bajo fuego en Ucrania y entregar urgentemente la ayuda necesaria en esas zonas.
Junto con Catherine Russell, jefa del Fondo de la ONU para la Infancia, Griffiths informó al Consejo sobre cómo las Naciones Unidas y sus socios están respondiendo a las necesidades crecientes desde que comenzó la operación militar de Rusia. Griffiths, que también es coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU, definió tres prioridades inmediatas en materia humanitaria.
- Primero: todas las partes deben tener un cuidado constante para asegurar que las operaciones militares no afectan a la población civil, a las viviendas ni a otras infraestructuras.
- Segundo: las personas que quieran abandonar zonas activas de conflicto deben poder hacerlo de manera segura y voluntaria.
- Tercero: se necesita urgentemente un sistema de comunicación permanente con todas las partes para apoyar el reparto de ayuda.
Un equipo de la oficina de Griffiths ha sido enviado a Moscú para trabajar sobre una mejor coordinación civil-militar humanitaria, después de una conversación telefónica el viernes entre el secretario general de la ONU, António Guterres, y el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu. Y también ha mantenido una primera reunión técnica con representantes rusos.
A lo largo de los últimos días, el Programa Mundial de Alimentos ha puesto en marcha operaciones de cadena de suministros para entregar comida y ayuda en efectivo, de manera inmediata, a más de 5 millones de personas en Ucrania.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enviado material para tratar traumatismos, equipos para realizar cirugías de emergencia y otros suministros. Y el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU también está dando asistencia a las personas que cruzan la frontera hacia los países vecinos.
Otras iniciativas de la ONU incluyen el nombramiento de un coordinador de crisis para Ucrania y el lanzamiento, la semana pasada, de dos planes humanitarios «robustos» para apoyar a la gente dentro del país y a quienes han huido.
El Fondo de la ONU para la Infancia tiene ahora mismo a 135 trabajadores en Ucrania y hay más en camino. Equipos respaldados por la agencia ofrecen apoyo psicológico, cuidados para la salud mental y servicios de protección a los menores que lo necesitan. Los centros para niños y familias en los pasos fronterizos, conocidos como «puntos azules», fueron creados para proporcionar ayuda psicológica, asesoramiento legal y áreas de recreo.
Además, la agencia y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados han exigido una mayor protección para los menores no acompañados o separados de sus familias que abandonan Ucrania, así como para los ucranianos residentes en instituciones benéficas e internados.
Fuente: www.noticiasargentinas.com