A dos días de la asunción presidencial en Venezuela y con un Nicolás Maduro que aumenta cada vez más la violencia, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, le pidió al régimen que «no haya más represión en los días venideros, especialmente esta semana».
En conferencia de prensa, el portavoz de la secretaría, Stéphane Dujarric, hizo hincapié en que Guterres «está obviamente preocupado por los informes que nos siguen llegando de ofensiva contra los derechos humanos en Venezuela, incluyendo la detención de figuras de la oposición y de defensores de los derechos humanos».
Pero al ser consultado sobre si el organismo reconoce a Edmundo González Urrutia como el presidente electo de Venezuela, el funcionario contestó: «No tenemos mandato para certificar la legitimidad o validez de los resultados en lo referente a quién representa a Venezuela en este edificio (de Naciones Unidas)».
A la vez que recordó que en noviembre pasado, «el secretario general pidió un recuento completo (de las actas electorales), y no fue el único en hacerlo, y nuestra postura no ha cambiado desde entonces porque los hechos no han cambiado».
En esa línea, el jueves 2 de enero, la entidad emitió un comunicado en el que sostuvo: «Hacemos un fuerte llamamiento a las autoridades para que los derechos a manifestarse y a expresarse libremente puedan ser ejercidos sin miedo a posibles represalias».
«Recordamos que los cuerpos de seguridad responsables del mantenimiento del orden público deben comportarse con los más estrictos estándares internacionales en materia del uso de la fuerza», remarcó Marta Valiñas, Presidenta de la Misión de la ONU
Y advirtió: «Toda conducta violatoria de derechos debe ser investigadas de manera pronta, exhaustiva e imparcial y juzgadas por tribunales independientes con pleno respeto al debido proceso».
El llamado de la entidad se da en medio del anuncio del régimen de Nicolás Maduro que confirmó la detención de siete extranjeros a los que calificó como «mercenarios» y aseguró: «Vamos por todo».
Los ciudadanos, que se encuentran privados de su libertad son: dos estadounidenses, dos colombianos y tres ucranianos.