La Policía Federal de Brasil determinó que el expresidente, Jair Bolsonaro, «planificó, actuó y tuvo control de forma directa y efectiva» en el intento de golpe de Estado del 2022 contra el actual mandatario, Lula Ignacio Da Silva.
El juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes envió la investigación de la Policía Federal sobre el presunto intento golpista, elaborado por Bolsonaro y sus adeptos, a la Fiscalía que deberá decidir si lleva adelante o no una acusación contra 37 sospechosos.
Además del exlíder brasileño, están en la mira: el exdirector de Inteligencia Alexandre Ramagem; el exjefe de Seguridad de la Presidencia Augusto Heleno Ribeiro; y el presidente del Partido Liberal (PL), Valdemar Costa Neto.
Todos se encuentran acusados de los siguientes cargos: intento de golpe de Estado, que conlleva una pena de hasta 12 años de prisión; pertenencia a banda criminal, con hasta ocho años de cárcel; y abolición violenta del Estado de derecho, que implica hasta ocho años tras las rejas.
Debido a la cantidad de páginas que posee la investigación, alrededor de 800, lo más probable es que la imputación contra Bolsonaro y su círculo íntimo, no ocurra hasta febrero 2025.
¿Qué se investiga? La causa pone el foco en la campaña presidencial del 2022 y en el periodo posterior al final de las elecciones que fueron en octubre de ese año, que llevaron a Lula de vuelta al poder.
Hace hincapié en un plan elaborado que buscaba desinformar, atacar las instituciones y poner en duda la credibilidad del proceso electoral. Al mismo tiempo, tenía como fin lograr que los militares tomaran las armas.
También se investiga cómo se financió y la utilización ilegal que se hizo de la agencia de Inteligencia brasileña.
QUÉ PRUEBAS HALLARON CONTRA BOLSONARO
Las autoridades encontraron «borradores golpistas» en la propiedad del exministro de Seguridad Anderson Torres y en la sede del PL en Brasilia y descubrieron que Bolsonaro recibió esos textos, que contenían la detención de De Moraes y del titular del Senado, Rodrigo Pacheco.
Es más, el expresidente habría devuelto esos papeles con correcciones y también habría llamado a los comandantes de las Fuerzas Armadas para presentar ese documento con el objetivo de ejercer presión sobre los militares y obligarlos a sumarse al intento de golpe de Estado.