La tasa de paro de Reino Unido cayó inesperadamente en los tres meses hasta enero, un cambio que refleja en parte que la población abandonó la búsqueda de empleo ante el confinamiento impuesto a principios de año, según mostraron el martes las cifras oficiales.
La tasa de paro bajó al 5,0% en el trimestre noviembre-enero, desde el 5,1% del último trimestre de 2020, en contraste con las previsiones de un sondeo de Reuters de una pequeña subida hasta el 5,2%. Ninguno de los economistas encuestados esperaba una caída. Sin embargo, parte de la caída de la tasa de desempleo general se debió a que elevadas cifras de paro de octubre quedaron fuera de las cifras trimestrales.
El descenso también reflejó un aumento de la proporción de la mano de obra potencial clasificada como «inactiva», como los estudiantes, los padres que cuidan de sus hijos a tiempo completo y las personas que han renunciado temporalmente a buscar trabajo.
Esta «tasa de inactividad» aumentó 0,3 puntos porcentuales en los últimos tres meses, hasta el 21,0%, su nivel más alto desde principios de 2019, mientras que la proporción de personas con empleo cayó en 0,3 puntos porcentuales en el mismo periodo, lo que equivale a un descenso de 147.000.
Desde enero, negocios de hostelería, tiendas no esenciales y la mayoría de los negocios con atención al público están cerrados en Inglaterra para frenar un aumento de las variantes más infecciosas, con medidas similares en otras partes del Reino Unido.
El mes pasado, el Gobierno amplió la financiación de las bajas temporales —que actualmente pagan los salarios de uno de cada cinco empleados— hasta finales de septiembre. Sin el subsidio, la tasa de desempleo del Reino Unido sería mucho mayor.
El rápido despliegue de las vacunas y el confinamiento han reducido drásticamente las nuevas infecciones y ha permitido a los alumnos británicos volver a la escuela este mes. Está previsto que las tiendas vuelvan a abrir el mes que viene, pero las restricciones a la hostelería se mantendrán al menos hasta finales de junio.
Otros datos oficiales basados en los registros fiscales —que algunos analistas consideran más fiables que la principal encuesta de población activa— mostraron que el número de empleados en las nóminas de las empresas en febrero había disminuido en 693.000 durante el último año.
