La presidenta de la Unión Europea (UE) Ursula von der Leyen advirtió que el organismo está listo para emprender más acciones contra Rusia si sigue agravando la crisis. La titular de la UE señaló que los Estados miembros dieron su consentimiento político a un nuevo paquete de sanciones después de que reconocieron la independencia de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk.
El paquete contiene varias «medidas calibradas» dirigidas a bancos que financian el aparato militar ruso y contribuyen a la desestabilización de Ucrania. También prohíbe el comercio entre las dos regiones separatistas y la UE, al igual que lo hizo con Crimea en 2014 y limita la capacidad del Gobierno ruso para obtener capital en los mercados financieros de la UE.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó decretos para reconocer la independencia de las dos autoproclamadas «República Popular de Lugansk (RPL)» y «República Popular de Donetsk (RPD)», en el este de Ucrania. Rusia ha hecho todo lo posible por mantener la integridad territorial de Ucrania y ha luchado por la implementación de los acuerdos de Minsk de 2015, pero todos los esfuerzos fueron en vano, sostuvo Putin el lunes.
Esta crisis de seguridad es consecuencia de la expansión hacia el este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo cual ha provocado la pérdida de la confianza mutua con Rusia, enfatizó Putin.
De acuerdo con Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el paquete comprende sanciones contra 351 miembros de la Duma del Estado rusa (cámara baja de la Asamblea Federal del país) que votaron a favor de reconocer a las dos regiones.
La UE también sancionará a «27 individuos y entidades que están desempeñando un papel en lo que respecta a socavar o amenazar la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania», comunicó. Además, las sanciones están dirigidas a la capacidad del Estado ruso para acceder a mercados y servicios financieros y de capital de la UE. «Si Rusia sigue agravando esta crisis que ha creado, estamos listos para emprender más acciones como respuesta», manifestó Von der Leyen.
Sobre el controvertido gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2, expresó que considera que el Gobierno alemán estuvo «totalmente en lo correcto» al detener el proyecto, el cual debe ser evaluado en vista de la seguridad del suministro de energía para toda Europa.
«Esta crisis demuestra que Europa todavía depende demasiado del gas ruso. Tenemos que diversificar nuestros proveedores e invertir masivamente en fuentes renovables. Esta es una inversión estratégica en nuestra independencia energética», indicó.
El conflicto en el este de Ucrania comenzó en abril de 2014 con enfrentamientos entre soldados del Gobierno ucraniano y grupos locales armados que se apoderaron de varias localidades. Con la mediación de la comunidad mundial, las dos partes alcanzaron acuerdos de cese al fuego en Minsk, capital de Bielorrusia, en septiembre de 2014 y febrero de 2015, respectivamente.
Rusia ha estado buscando garantías por parte de la OTAN para que detenga su expansión hacia el este. Sin embargo, la administración del presidente estadounidense Joe Biden ha adoptado una línea dura hacia Rusia y ha apoyado los esfuerzos de Ucrania para unirse a la alianza militar encabezada por Estados Unidos y ha incrementado su ayuda militar para Ucrania, lo que ha agravado aún más las tensiones en la región.
La situación en el este de Ucrania ha estado empeorando desde el 17 de febrero y el Gobierno ucraniano y los grupos locales armados han estado intercambiando acusaciones de bombardeos agresivos.
Fuente: www.noticiasargentinas.com