El régimen de Nicolás Maduro pidió una orden de arresto contra Javier Milei, su hermana y secretaria de Presidencia, Karina y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por el avión de Emtrasur que se encontraba en Argentina y fue confiscado por Estados Unidos.
Pero este no es el primer enfrentamiento entre los presidentes de ambos países. En lo que respecta al avión, el ministro de Interior y Justicia del chavismo, Diosdado Cabello, afirmó que se trató de un «robo» y por lo tanto, decidieron que ningún avión de Argentina vuele en territorio venezolano.
Luego se dirigió al libertario y lanzó: «Eso fue una decisión soberana nuestra, ¿te dolió mucho, Milei? ¿Por qué nos quitaron nuestro avión? ¿Los gringos les dieron la orden? Pareciera que sí».
Otro episodio tuvo que ver con las elecciones presidenciales en Venezuela. A 10 días de los comicios, Maduro aseguró que tanto Milei como Daniel Noboa, mandatario de Ecuador, formaban parte de un plan que buscaba suspender el proceso electoral.
«Quieren una hecatombe, una tragedia, para gritar ‘suspensión de las elecciones'», aseguró y agregó: «Saldrían los gringos, saldría el mal parido de Milei, saldría el Noboa, la derecha. Suspender las elecciones».
En esa línea, el 22 de julio a seis días de las elecciones, el líder del régimen calificó al jefe de Estado argentino de «malparido nazi fascista».
«Yo dije la verdad: ese Milei es un malparido nazi fascista, es un malparido que le está pasando la motosierra a los trabajadores, a las trabajadoras, que entregó las Islas Malvinas», sostuvo.
La gestión argentina no se quedó atrás y respondió. «El vocero presidencial, Manuel Adorni, hizo hincapié en que «el respeto por los derechos humanos no depende de la buena voluntad de un presidente autoritario ni de su séquito de obsecuentes».
Al día siguiente de los comicios venezolanos, el 29 de julio, Milei exclamó: «Dictador Maduro, ¡afuera!.
Y remarcó: «Los venezolanos eligieron terminar con la dictadura comunista de Nicolás Maduro».
Lejos de quedarse callado, Maduro le contestó con una catarata de insultos. Le dijo: «vende patria», «feo», «cobarde» y «estupido».
La cuestión no terminó ahí. También lo trató de «tener cara de monstruo» y de «sociopata sádico».
Milei recogió el guante y expresó: «Los insultos del dictador para mí son halagos».
Además, subrayó: «Le recordamos al pueblo venezolano que las puertas de nuestra Patria están abiertas para todo hombre que elija vivir en libertad».