En Japón los rescatistas luchan contra el tiempo este martes 2 de enero para salvar a los sobrevivientes del violento terremoto que sacudió el centro del país este lunes 1 de enero y que ha dejado hasta el momento 48 muertos y enormes daños.
El terremoto de magnitud 7.5 golpeó la prefectura de Ishikawa, en la península de Noto, en la isla principal de Honshu, y según las autoridades locales, se espera que el número de muertos aumente, ya que hay muchas personas atrapadas. Por la mañana las autoridades constataron la dimensión de la destrucción en Ishikawa, con edificios aún humeantes, casas derribadas y barcos pesqueros hundidos o arrastrados a la costa.
“Se han confirmado daños muy cuantiosos, incluidas numerosas víctimas, edificios derrumbados e incendios”, declaró a periodistas el primer ministro, Fumio Kishida, tras una reunión de respuesta al desastre. “Tenemos que correr contra el tiempo para buscar y rescatar a las víctimas”, agregó.
Una de las tomas aéreas mostró la devastación de un incendio en el puerto de Wajima, donde colapsó un edificio de siete pisos. Casi 45,000 casas están sin electricidad en la zona, que registró temperaturas heladas durante la noche, dijo la empresa eléctrica. El terremoto sacudió Ishikawa, del lado del Mar de Japón, en la isla principal, a las 16:10 horas del lunes, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
La Agencia Meteorológica Japonesa (JMA) indicó que después del terremoto inicial se registraron 155 réplicas en su mayoría con magnitudes superiores a 3 grados. Tras el sismo, cientos de habitantes de la pequeña ciudad japonesa de Shika, situada en la prefectura de Ishikawa, hacen fila para recibir los seis litros de agua asignados.
FALTA DE AGUA Y COMIDA
Por ahora el principal problema es la falta de agua, ya que la red de agua potable de Shika, así como de muchas otras ciudades de la península de Noto, quedó dañada. Los habitantes también hacen fila frente a los supermercados para abastecerse, aunque algunos comercios están cerrados por falta de suministros.
“Hoy estamos cerrados. Estamos evacuando”, se lee en un cartel a la entrada de uno de estos locales. En algunos lugares, los obreros ya están trabajando para sellar las grietas y facilitar el paso de los bomberos, del ejército y de la policía.
El avión de los guardacostas se disponía a volar a la prefectura de Ishikawa para entregar suministros tras el terremoto. (AFP)
Este martes también continuó la tragedia de Japón cuando cinco personas a bordo de una aeronave de la guardia costera japonesa murieron después de una colisión con un avión de línea en la pista del aeropuerto internacional de Tokio Haneda.
El aparato de línea, de la compañía Japan Airlines, se incendió tras el choque, según imágenes difundidas por la televisión pública japonesa NHK, pero sus 379 pasajeros y 12 tripulates pudieron ser evacuados. El avión de los guardacostas se disponía a volar a la prefectura de Ishikawa para entregar suministros tras el terremoto.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, rindió homenaje a los guardacostas fallecidos. “Estos empleados tenían un alto sentido de la misión y la responsabilidad en las zonas siniestradas, y esto es muy lamentable”, dijo, expresando su “respeto” y “gratitud”.
Publicado en cooperación con Newsweek en Español