El ejército libanés ha descubierto casi 4,8 toneladas más de nitrato de amonio en el puerto de Beirut, el epicentro de la devastadora explosión del mes pasado. El hallazgo fue durante una inspección en cuatro contenedores realizada a solicitud de las autoridades aduaneras en la entrada número nueve del puerto. Las unidades militares «están trabajando para manejar» el problema, dice en el comunicado.
Se cree que más de 2.900 toneladas de nitrato de amonio se encendieron durante un incendio el 4 de agosto, provocando una explosión masiva que envolvió la capital de Beirut, matando al menos a 190 personas, hiriendo a miles y causando miles de millones de dólares en una destrucción incalculable.
La sustancia fue llevada al Líbano en noviembre de 2013 cuando un barco carguero atracó en Beirut en medio de problemas de mantenimiento. El buque finalmente fue abandonado y las autoridades libanesas dejaron su cargamento en descomposición en el almacén 12 del puerto, donde se cree que se originó la explosión.
Además de los problemas humanitarios y económicos de la explosión que agravan la actual crisis financiera del Líbano, la tragedia ha alimentado nuevos llamamientos a la agitación política. Las protestas han vuelto a las calles de Beirut, lo que generó la dimisión del primer ministro Hassan Diab. Su sucesor, Mustapha Adib, prometió el lunes «sanar a nuestra nación y restaurar la esperanza de la gente en un mañana mejor».
El último descubrimiento se produce en medio de una serie de visitas de alto perfil de funcionarios de todo el mundo. El presidente francés, Emmanuel Macron, lo visitó dos veces en el último mes, y acaba de concluir su viaje más reciente el martes luego de reuniones con varios líderes libaneses.
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