Lisa Montgomery fue ejecutada la madrugada del miércoles en lo que es la primera ejecución de una mujer por parte del gobierno de Estados Unidos en casi 70 años.
Montgomery, de 52 años, había sido condenada a muerte por estrangular a una mujer embarazada, cortar al bebé de su útero e intentar hacer pasar al bebé como si fuera suyo.
Su ejecución se produjo después de que fracasaran las ofertas legales de última hora para salvarle la vida y la Corte Suprema de Estados Unidos votó 6-3 para permitir que la ejecución continuara.
Se convirtió en la undécima reclusa federal ejecutada desde que la administración del presidente Donald Trump reanudó las ejecuciones federales en julio del año pasado, poniendo fin a una moratoria de 17 años, a pesar de la pandemia de coronavirus.
Su ejecución ocurrió apenas una semana antes de que el presidente electo Joe Biden, un opositor a la pena de muerte, asuma el cargo.
Como la única mujer en el corredor de la muerte federal, Montgomery había estado detenida en una prisión federal en Texas y fue llevada al Complejo Correccional Federal en Terre Haute, Indiana, el lunes por la noche.
Parecía «desconcertada» cuando se levantó el telón en la cámara de ejecución, informó The Associated Press. Ella dijo «no» cuando se le preguntó si tenía algunas últimas palabras. Después de recibir la inyección letal, fue declarada muerta a la 1.31 a.m.
«La sed de sangre cobarde de una administración fallida se puso de manifiesto esta noche», dijo el abogado de Montgomery, Kelley Henry, en un comunicado a Newsweek. «Todos los que participaron en la ejecución de Lisa Montgomery deberían sentir vergüenza».
El abogado de Montgomery agregó que Montgomery ha sufrido años de «indescriptible tortura y tráfico sexual» que exacerbaron sus problemas de salud mental. Su enfermedad mental era tan grave que se disoció de la realidad, dijeron los abogados de Montgomery.
«Nuestra Constitución prohíbe la ejecución de una persona que no pueda entender racionalmente su ejecución. La administración actual lo sabe. Y la mataron de todos modos. Violando la Constitución, la ley federal, sus propios reglamentos y normas de larga data en el camino», dijo. dijo. «El gobierno no se detuvo ante nada en su afán por matar a esta mujer dañada y delirante».
«Todos los que participaron en la ejecución de Lisa Montgomery deberían sentir vergüenza», dijo el abogado de Montgomery, Kelley Henry.
Montgomery fue condenada por un secuestro federal que resultó en la muerte en 2007. Según documentos judiciales, Montgomery le había dicho a familiares y amigos en 2004 que estaba embarazada, a pesar de haberse sometido a un procedimiento que la dejó estéril una década antes.
Condujo desde su casa en Melvern, Kansas, a Skidmore, Missouri el 16 de diciembre de 2004 con el pretexto de adoptar un cachorro rat terrier de Bobbie Jo Stinnett, de 23 años. Allí estranguló a Stinnett, que estaba embarazada de ocho meses, cortó al feto con un cuchillo de cocina y huyó con el bebé.
La ejecución de Montgomery se había programado inicialmente para diciembre, pero se pospuso después de que sus abogados contrajeron COVD-19 después de visitarla en prisión.
El juez de distrito de los Estados Unidos, Patrick Hanlon, concedió una suspensión el lunes por la noche, citando la necesidad de una audiencia para determinar su competencia mental. Hanlon citó a expertos en defensa que dijeron que Montgomery sufría de depresión, trastorno límite de la personalidad y trastorno de estrés postraumático. Los expertos dijeron que ella también tenía pseudocisis, una condición poco común en la que la falsa creencia de una mujer de que está embarazada provoca cambios hormonales y físicos como si estuviera realmente embarazada, escribió el juez.
Pero finalmente, la Corte Suprema falló en contra de Montgomery en todos los desafíos legales finales.
Su ejecución se produce casi siete décadas después de que Bonnie Brown Heady fuera ejecutada por el gobierno federal en diciembre de 1953 por el secuestro y asesinato de Bobby Greenlease, de 6 años, en Missouri.
Otros dos reclusos, Cory Johnson y Dustin Higgs, estaban programados para ser ejecutados a finales de esta semana, pero un juez federal del Distrito de Columbia detuvo a ambos en un fallo el martes por la noche porque se están recuperando de COVID-19.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek
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