Mientras resiste una nueva avanzada rusa con peligro de una catástrofe nuclear, Ucrania enfrenta también serio problemas financieros. Según las calificadoras S&P y Fitch, el país acaba de entrar en default.
En efecto, ambas bajaron el pasado viernes las calificaciones en moneda extranjera de Ucrania a “incumplimiento selectivo” e “incumplimiento restringido”, por los serios problemas para reestructurar su deuda, a pesar del apoyo de las potencias occidentales.
Vale recordar que sus acreedores aceptaron congelar por dos años los pagos por un total de US$ 20.000 millones en bonos, lo cual le permitirá un ahorro de US$ 6.000 millones.
«Dados los términos y condiciones anunciados de la reestructuración, y de acuerdo con nuestro criterio, consideramos que la transacción está en dificultades y esto equivale a un incumplimiento», aseguró S&P que, como se señalaba, bajó la calificación de la deuda ucraniana de «CC/C» a «SD/SD».
Por su parte, Fitch la redujo a «RD» desde «C» porque, de acuerdo a sus criterios de calificación, dichos aplazamientos suponen dificultades concretas para afrontar su reestructuración de deuda internacional.
Pero, más allá de los pagos a corto plazo, S&P supone que el estrés macroeconómico y fiscal derivado de la invasión rusa podría debilitar la capacidad del Gobierno de Zelenski para mantenerse al día. Y también rebajó su calificación respecto a la deuda en moneda local (de «B-minus /B» a «CCC-plus/C»).
AMENAZA NUCLEAR
Tal como lo viene contando Newsweek Argentina, la ONU y el mundo entero siguen con preocupación los movimientos de Rusia y Ucrania en torno a la central nuclear de Zaporiyia, que ambas naciones se acusan mutuamente de haber bombardeado. El secretario general del organismo global, Antonio Guterres, advirtió sobre el riesgo de una posible “catástrofe”.
Esta situación reavivó la discusión que se había generado desde el principio del conflicto, en marzo pasado: la posibilidad de un ataque con armas nucleares por parte del Gobierno de Vladimir Putin. De hecho, Rusia fue clara al advertir que podría utilizarlas en caso de que los países nórdicos se sumaran a la OTAN, lo cual finalmente está en proceso; o que EEUU u otras potencias se metieran en el enfrentamiento.
Pero, dada la presión internacional (especialmente por las sanciones económicas y su reciente flexibilización), Rusia decidió bajar el tono. Ahora, su ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, aseguró que no tiene «ninguna necesidad» de utilizar armas nucleares en Ucrania.
«Desde el punto de vista militar, no hay necesidad de utilizar armas nucleares en Ucrania para lograr los objetivos fijados. El objetivo principal de las armas nucleares rusas es disuadir un ataque nuclear», sostuvo el funcionario en una conferencia de seguridad internacional en Moscú, de acuerdo a lo informado por Reuters.
Y aseveró que se trata de “mentiras absolutas”. «Los medios de comunicación están difundiendo especulaciones sobre el supuesto uso de armas nucleares tácticas rusas en el curso de la operación militar especial, o sobre la disposición a utilizar armas químicas. Todos estos ataques informativos son una absoluta mentira«, enfatizó.